Como todos los sábados, con un buen regusto ante lo que me esperaba, me dirigí presto a nuestro encuentro semanal de Urban Sketching con Antonio y los compañeros de fatigas. Nos citó en el parque de la España Industrial, un parque bastante entretenido que hay al lado de la Estació de Sants con una torres muy reconocibles. Yo nunca lo había visto por dentro, sólo las torres desde fuera y tenía curiosidad cuando menos. Estuvo explicándonos Antonio de lo que se trataba en la sesión: fragmentación, a saber, coger varios elementos del parque y disponerlos sobre el cuaderno en una composición, de manera que aunque no correspondiesen a la configuración real del parque, quien lo viese inmediatamente entendiese que se trataba de este singular espacio. Nos sugirió empezar con unas estatuas que había en y cerca del estanque, así que sin más dilación me puse al asunto, previo descalzamiento de pies, que daba gusto tenerlos sobre el césped.
El primer trabajo lo hice desde el color para luego definirlo con línea: era una estatua del dios Poseidón o Neptuno (depende del cristal con que se mire) que quedó medio graciosa. Por supuesto, tenía la vista puesta en las torres. Había pensado en hacer una hilera con unas tres torres porque pensé que quedaría gracioso y me partiría un poco la perspectiva, que es de lo que se trataba. Antonio me disuadió , explicando que el otro día un alumno lo había intentado y no quedó demasiado bien. Pensé que era más sensato seguir un buen consejo y me limité a hacer una, con la ya casi habitual mezcla de acuarela, rotuladores calibrados de color y una manita de Posca.
Y de pronto ocurrió algo que me trajo reminiscencias del trimestre pasado: me quedaron dos figuras que eran como dos pegatinas, dos cromos que si bien individualmente tenían una factura correcta, daban una sensación de sosez terrible. Estuve valorando el meterle unas letras enormes que le diesen gracia al asunto, pero el profe vino con una buena sugerencia: hacer sólo con acuarela muy débil unas manchas que simulasen los cipreses que había sobre una plataforma de cemento y dejar ver el agua del estanque:
Fue muy acertado el seguir este consejo, y aunque creo que acabaré por meterle letras en algún momento, ya la cosa pintaba diferente. Era momento de pasar al siguiente dibujo para continuar con la fragmentación. Antonio nos comentó que había un estatua con dos toros encima de los que se situaban unas figuras divinas (divinas de deidades, no de maravillosas XD). No entendí muy bien cómo iba a romper o mejorar la composición, cuando me dijo: 'Haz sólo la cabeza de los toros en gigante con línea'. Admito que de entrada pensé que era una locura, pero cuantas más vueltas le daba, más interesante me parecía el reto. De pronto tendría una figura con línea que me contrastaría con el dibujo anterior y que sería una salvajada de dos páginas que serviría como ruptura para los próximos dibujos. Vaya, que no le veía mas que ventajas :). Y sin más lo hice, con líneas 'asalvajinás' en rotuladores de diferentes grosores y utilizando el sepia también:
Como toque final y siguiendo la cadena de recomendaciones, introduje algo del rotulador gris de punta blanda que me había comprado para las zonas de máxima sombra y una buena mancha anaranjada en el fondo para que resaltase el figura en blanco. Muy muy muy contento quedé con el resultado. Lo comentaba con una compi del curso: da pereza ponerse con un dibujo de línea, pero una vez que se empieza todo va fluyendo y el resultado es bastante agradecido. Después de estar de charleta un rato e intercambiar contactos de Instagram e historietas varias, me marché a comer y a disfrutar de un merecido día de playita y paseos.
¡Hasta la semana que viene Urban Sketchers!
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