El miércoles pude por fin darle los últimos toques a este dibujo que exponemos para el final de curso en un bar de Gràcia. Faltaba un elemento para mi fundamental, que era la cadena de piezas mecánicas que conforman particulares máquinas absurdas, sin función ni posibilidad de tenerla que expresan el sinsentido del mundo y se presentan en flujo que se conecta con otros elementos, en este caso el cuerpo de la modelo. Todo ello, deudor de la lectura del Anti-Edipo, libro a cargo de G. Deleuze y F. Guattari que me causó una honda impresión en el momento de su lectura por muchos motivos. He aquí el motivo de la postura de la modelo, que era perfecta para que las vértebras de la espina dorsal "encajasen" con la pieza en cuestión y funcionasen como dos máquinas yuxtapuestas, en una relación paralela sin causa ni efecto. Era importante para mi subrayar esta manera de engranarse de las dos partes del dibujo y aunque muy tosco, me gusta el acabado con Posca de las piezas de maquinaria, que las hace aparecer como elementos fantasmagóricos. El resultado a la vista queda:
Todo ello, con una firmita y una cita del mencionado libro en la parte trasera del dibujo compone lo que será mi aportación a esta exposición en la que habrá unas 50 obras de los alumnos del Espai. Será el viernes que viene aunque la entrada está restringida por motivos de espacio. La iniciativa corre a cargo de Esteve y se trata de una manera estupenda de quedar para tomar algo y socializar con los compis del curso.
¡Hasta la semana que viene!
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