El sábado y el domingo pasados me pegué un par de madrugones aprovechando que mi mujer se despertaba tempranísimo para ir a un curso de Yoga. Fueron dos mañanas muy productivas en las que pude acabar el dibujo de la semana 13. Pensé hacerlo en dos entradas del blog, pero voy tan de culo, que lo dejo solucionado en una. Así que ¡pasen y vean!.
En una primera fase, estuve equilibrando el claroscuro un poquillo y trabajando las formas algodonosas que serán las nubes, también plantando los máximos oscuros, que estaban claros desde el principio y que se sitúan en primer plano, en las rocas de medio plano y en una parte de las montañas del fondo. En esta zona, aproveché para remarcar cómo incide la luz sobre las masas rocosas, para dar la impresión correcta de la iluminación:
Posteriormente estuve haciendo un trabajo de "desacartonamiento". A ver, ¿qué queremos decir con estoooo? Pues yo me refiero a dar una forma un poco más orgánica a las nubes, y transformar aquellas primeras manchas muy geométricas en algo más vaporoso y menos cuadrado. Se puede apreciar especialmente en la parte de la derecha del dibujo, donde las nubes ganan en matices y se generan diferentes valores de claroscuro que dan lugar a las diferenciaciones entre las masas nubosas:
¿Tercer momento? Pues seguir en este camino y con la misma pauta, aplicada a la totalidad del cielo. Aquí me ha sido de inmensa ayuda la goma de miga de pan, claro. Manejada con la mano suelta y procurando no hacer líneas continuas (pues se rompería la ilusión de los diferentes matices de la luz), da lugar casi sola a las onduladas formas que dibuja el vapor de agua en forma de nubes. Aunque en principio no quería meter mucha mano en la zona de máxima luz, era necesario aplicar algunos matices para que resaltaran los rayos de luz, y así lo he hecho:
¡Seguimos! Creo que esto era ya el domingo. Me di cuenta de que la parte más oscura de las nubes era precisamente demasiado oscura, así que con calma y cariño di unas pasaditas de la goma de miga de pan por toda la superficie (respetando el trabajo anterior, claro) y ya de paso estuve empezando el trabajo del mar, que lo tenía muy abandonado. Asimismo empecé a situar las montañas del fondo aunque no estaban muy bien valoradas en este momento:
Bien, bien, bien, ya estaba todo muy definido a estas alturas del trabajo, así que se trataba de ir profundizando en lo ya hecho y añadir detalles, como por ejemplo:
- Más trabajo en el árbol de la derecha
- Un acabado más pulido en el haz de rayos de sol, que diesen un buen contraste
- Dejar valoradas las manchas generales del mar y comenzar el trabajo de reflejos
Y por último, así quedó la cosa:
Se diría que la imagen es exactamente la misma, pero un ojo extremadamente atento percibirá que hay una ligera variación de tono en el haz más grande de luz. Una tontuna casi sin importancia, pero me di cuenta al final y preferí no pasarlo por alto.
Así es como una semana más, terminamos el reto del dibujo semanal acometido, en esta ocasión con bastante diligencia. Estoy ya preparando el que será el próximo dibujo (un retrato masculino) que no debería hacerse esperar para no perder el ritmo.
¡Hasta pronto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario