A la que puse en formato proporcional:
Apenas difiere, pero la franja superior en blanco es un idicador muy valioso a la hora de hacer mediciones para dibujar. Y ya con el tema claro, era cuestión de ponernos a encajar:
A pesar de lo desacertado que pueda parecer, el encaje está bien en lo esencial, sólo que habrá que irlo matizando en sucesivas fases. Algo que sólo descubrí más tarde es que había quedado ligeramente achatado, pero primero preferí introducir unas manchas generales para ver si correspondía al encaje o más bien a la presencia de ciertas sombras que parecían influir en los conornos del rostro.
Lo siguiente era meter unas cuantas zonas de máximos oscuros:
Me tuve que reír yo solo en casa porque se parecía terriblemente a esos niños que salen en el vidoclip de la canción Galvanize a cargo de The Chemical Brothers. Pobre Mandela, menos mal que se trata únicamente de una fase previa del dibujo. Era importante situar las zonas de negro más profundo para orientarnos y poder valorar entre este tono y el de máxima luz que queda en el centro de la nariz y una parte de la frente, así como en la camisa del retratado. De aquí en adelante, el resto serán tonos intermedios que habrá que valorar en función de la claridad u oscuridad respecto de los extremos. Es ésta una cosa que me encanta de dibujar y pintar: lo relativo de todo el trabajo respecto de dos polos absolutos: como la vida misma. Y ya para terminar el par de horas de trabajo:
Aquí ya vamos viendo un poco más aparecer a Mandela, aunque creo que como observaba más arriba, realmente ha quedado un poco achatada la cara, quizá medio centímetro y además se me hace que la parte de la chaqueta que se une con la cara debería estar precisamente otro medio centímetro por debajo de su posición actual. Lo estudiaré y corregiré si es preciso, sólo en caso de que estorbe el resultado final.
¡Hasta la próxima Mandela!
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