¡Peazo pez colorín! Todavía me quedaba darle un buen repaso y estuve ayer más rato de lo que pensaba para poder acabarlo, pero en fin, colorido ha quedado de narices. Lo primero, me metí a muerte con el pececillo, porque había zonas que me demandaban mucha atención e iban a ser complicadas. Sobre todo aquellos puntos en los que había dado un color de base y había tenido que hacer manchas o líneas en colores opuestos (amarillos en zonas de azul oscuro o azules encima de amarillos especialmente). Claro es muy complicado porque si se mezclan los colores, nos da un marrón muy sucio que no nos ayuda en nada. Por eso tendría que haber planificado con cuidado la estrategia a seguir, pero teniendo en cuenta los límites autopropuestos para estos dibujos, no podía andarme con remilgos. Otra opción que todavía no he ensayado es la de aplicar una capa de spray fijador, con o cual esa zona queda fija y se puede trabajar sobre ella; experimentos que Uno se tiene que plantear en algún momento ;). Donde se puede observar un buen tratamiento del dibujo sin solapamiento de colores es en la cola del pececillo, que tuve que reajustar para mejorar el claroscuro. Lo demás fue batallar por las diferentes zonas del pez para crear una imagen lo más fidedigna posible, cosa que no siempre se ha conseguido:
Fue muy complicado hacer la parte de la aleta lateral que es semitransparente y parece estar en movimiento. Uno diría que es bastante sencillo, unas cuantas líneas en azul oscuro y apañado. Pero había unos juegos de transparencias y espacios translúcidos que lo complicaban todo un poco. El ojo también me dio algún dolor de cabeza, pero lo resolví medio bien, aunque al final del dibujo le di un par de toques más como se puede apreciar en la siguiente foto:
Pero vamos, que básicamente en la segunda parte de esta sesión me dediqué al fondo. Es mi batalla contra las partes desenfocadas de las fotos. En un primer acercamiento no me quedó mal, pero siempre tengo la sensación de estar esquematizando y geometrizando demasiado las zonas de color. Como si fuese un pinta y colorea. Y no, señor@s, aquí es más una cuestión de fluidez y esta geometrización da lugar a aristas demasiado cortantes entre unas zonas y otras. Así que paré un instante a reflexionar qué forma realmente tenían esas manchas y determiné que seguían una pauta más bien redondeada. Así que empecé a trazar manchas con forma circular por doquier y a dejar trazos anchos (ejecutados con el lateral de la barra de pastel) invitando a que el ojo hiciese la fusión entre colores em la retina ;). Y la verdad es que visto a aro pasado, me gusta la textura y también el hecho de no haberle dado importancia al fondo, para que destacase el pez, ya que toda la fotografía era muy colorida. En fin, que como pasa muchas veces, podría haber estado mejor, pero no es ningún desastre. Ahora a por el próximo...
¡Hasta entonces!
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