Están siendo unas semanas un poco lánguidas, porque empieza ya el calor y apetece más estar por ahí que ponerse a dibujar ;). Es así como dejé pasar toda la semana entre hacer unas cosas y otras y sólo el domingo encontré el hueco preciso de tiempo para poder empezar con el retrato de la semana 18. Encima es retrato, que me gustan y suelen quedar chulos. Pero también fue una cuestión de no encontrar una imagen que me llenase. Ya un poco cansado, encontré una in extremis que me servía perfectamente:
Lamento no poder dar crédito de la misma, pues fue una búsqueda googleiana que cumplía con los requisitos autoimpuestos, de manera que no me anduve preocupando más por los detalles (mea culpa). En primer lugar diré que no me gusta trabajar con fotos de retratos o desnudos cortadas, aunque a veces la imagen valga la pena. Tiene esto que ver con evitar la fragmentación del cuerpo, técnica muy utilizada en publicidad para excitar según que instintos y que nos ha convertido en espectadores insensibles de culos, pechos, ojos, labios y demás restos irreconciliables con la totalidad de un ser humano. Pero visto que era la fotografía que más me llamaba la atención, decidí proseguir. me acordé de las palabras de Esteve: "Tenemos que trabajar siempre con imágenes que nos entusiasmen", porque de lo contrario, la cosa se convierte e un mero ejercicio y pierde pulso. Y con esto en mente, pasé la imagen al formato proporcional al papel de dibujo:
Mucho más grande, y por tanto más juego para hacer mis tan queridas tramas de colores, aunque por otro lado se aprecia un pixelado nada simpático. Últimamente no me preocupo demasiado por ello, ya que tomo el dibujo como una interpretación de lo que tengo delante y no una reproducción exacta de lo mismo. Y con ello a por el encaje:
La oreja clavada, la ropa clavada, los ojos bastante bien, y el contorno de la cara demasiado cuadrado y abombado. Elegí un papel rojo burdeos porque en la anterior tanda de dibujos no había utilizado este tono y me parecía que haría un marco gracioso teniendo en cuenta los colores del cuadro. Y me tomé una horita, horita y media para cubrir la estructura de base:
Bien pero los ojos se me han vuelto a sobredimensionar de alguna manera. Parece que el encaje no es suficiente para retener esta tendencia mía ;). La boca también me parece estar demasiado debajo, pero comparándolo con el original la distancia entre nariz y oca parece estar correcta... hmmmm. La distancia de la nariz a las líneas de las ojeras también parece estar bien cogida... Nu sé, creo que engrosaré el labio superior y subiré toda la boca, que está demasiado pegada a la barbilla. Por lo que respecta al color, no me he cortado tanto como a la hora de un paisaje, porque prefiero situar ya unos valores nítidos de claroscuro que matizaré más tarde a base de tramas. En lo esencial la expresión está conseguida y la próxima sesión será para explayarme con los colores ¡yupiiiiiii!
¡Hasta entonces!
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