Hacía mucho que no madrugaba un finde para dibujar pero hoy he aprovechado que mi mujer se levantaba muy temprano para un evento y me he levantado poco después para acabar este dibujo. Y la cosa no iba mal, fui avanzando de izquierda a derecha, aunque no sea lo más correcto, por aquello de trabajar el dibujo todo a la vez, pero últimamente he cogido este vicio y me cuesta vivr si él XD. Así que la cosa iba estando más o menos controlada, pero cuando llegué a la parte con mayor iluminación hacia la derecha de la roca, empecé a encontrar un montón de problemas:
- Me vi con el clásico conflicto entre hacer los detalles o sugerir las formas nada más
- No conseguía diferenciar muy bien el tono de la roca del del hielo en la parte inferior de la misma
- No estaba logrando una iluminación coherente en el todo rocoso
Básicamente era un problema de confusión, unas cosas estaban claras pero otras no y había que resituir el equilibrio entre ellas para que la vista no se perdiese en un mar de detalles. Con mucho pesar de mi corazón, hice grandes manchas en la parte izquierda de la roca, reforcé contornos y líneas con marrón y azul ultramar oscuro, aclaré con más blanco algunas partes e introduje una buena masa de violeta para diferenciar la roca del hielo y a la vez tener la zona de sombra mejor separada de la zona de luz. En esta última hice un ataque a base de blanco muy puro, apretando mucho el pastel contra el papel e insinuando formas más que definiéndolas. A fin de cuentas -pensé- lo que realmente cobra protagonismo en este dibujo no es tanto este macizo rocoso como el hielo y las estructuras que dibuja, así que me centré en eso. Debajo la foto de un primer momento del dibujo:
Se me olvidaba mencionarlo: en un momento de desesperación ante la obra, hice un buen ejercicio de análisis y separación de ella, y vi que algo no me estaba cuadrando: era el cielo. Una parte del cielo es casi blanca, ok. Pero la que queda justo encima de la roca es bastante más oscura, y yo tenía un azul muy claro en esa zona. Pues a oscurecerlo. Esto también responde a un efecto óptico por el que si oscurecemos esta parte, automáticamente se irá "para el fondo" mientras que las partes con valores más cercanos al blanco se "acercarán" al espectador. Y con esto ya solucionado y un poco más tranquilo, pasé a la zona helada:
Numerosas veces ocurre que aquello que se ve más complicado del dibujo acaba por ser lo que más sencillamente se resuelve. Toda vez que ya tenía una especie de "mapa" de las zonas claras y oscuras, era entretenerse en detalles de los tonos medios (incluyendo algún magenta y/o violeta para que no quedase una gama muy rígida) y lo más divertido y vistoso: hacer largas pasadas de líneas irregulares en azul celeste y blanco. Como los reflejos ya estaban trabajados de antes, el efecto de los mismos es muy natural, con las líneas de hielo cruzándolos por encima. Al final y con esta parte del dibujo, quedó todo súper compacto y si bien el nivel de detalle de la montaña no es nada ajustado, responde bien al diálogo con el hielo, creando un conjunto bastante equilibrado. Y yo, más tranquilo ;)
¡Hasta el próximo dibujo semanal!
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