Es mucho mejor empezar así, porque es una especie de "preocupación" que nos sacamos de la cabeza. Y como ocurre a veces en estos dibujos, la cosa resultó no ser tan extremadamente complicada como había barruntado en un inicio. Porcedí de la siguiente manera: con el pastel azul ultramar oscuro trcé la forma de los rombos que se veían, tal y como estaban en la fotografía. Para generar el efecto del brillo presente en estas zonas bordadas y acompañar la luz subyacente en el tejido, tal y como lo había dejado en la última sesión, utilicé un verde claro y algunos toques de ocre. Incluí algo de verde osucro para darle mayor vida a esta zona, si no, queda todo muy monótono ;). Para la parte e la derecha simplemente se trataba de prestar atención a las arrugas y el claroscuro. Sin embargo el tema de los pliegues que quedan debajo del curpo de la buena moza me dio más trabajo del esperado, porque había que conseguir una riqueza de matices pelín complicada. Lo acabé solucionando con trazos gruesos y contundentes de naranja y rojo. Y de ahí pasamos al golosineo ;):
Me encanta hacer la piel de los modelos mediante líneas de colores dispuestas en trama. Además con cada nuevo dibujo, se avanza en algo, se utilizan colores más atrevidos, etc. Y sobre todo es genial ver como se potencia el claroscuro y como las formas van "apareciendo" gracias al uso de determinados colores y no otros, como hay zonas que se redondean o se vuelven más ásperas. Además, voy avanzando en el arte de sintetizar y crear por ejemplo un pie con cuatro golpes de pastel, aunque no aparezcan ahí absolutamente todos los detalles de cada dedo ;). Y como en este punto me falta todavía todo el torso y la parte superior, vamos a ello:
Así, así. Sombras más contundentes y blancos más puros para que se haga la luz. Lo dicho sobre los pies vale también para la mano que aquí aparece en primer plano, pero también para la cara, en la que no me quise complicar mucho. Claro, normalmente uno hace todo lo que ve y puede hacer, pero en este dibujo no era muy inteligente hacer pestañas cuando no tenemos evidencia de ellas desde esta distancia (diferente sería en un retrato de primer plano). Así que las cuatro manchas para simular el volumen de ojos, pómulos, nariz y boca y a correr. Con el pelo, procedimiento semejante: una base roja, zonas más oscuras en carmín de garanza y más claras en naranja. Así dejé terminada esta parte y con el poco tiempo que me quedaba ya, pasé al fondo. Como había dicho en el post anterior, me interesaba dejar más bien una indicación sobre la forma y la iluminación que acompañase al dibujo, sin robar protagonismo a la modelo. y en general creo que está conseguido. Con eso di por terminado este dibujo semanal en un par de días, agotador, pero satisfactorio. Ahora vamos a por el último de esta serie.
¡Hasta la próxima!
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