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miércoles, 10 de agosto de 2016

Y ahora yes very well Manuel: ¡terminamos el dibujo de la semana 23!





¡Venga amigo, vamos a ello! Ayer fue el día elegido para poder acabar con este dibujo. Claro, desde que no tengo cursos por las tardes tengo algo más de tiempo para los dibujos semanales y eso hace que vaya a buen ritmo y ayer un unas 2 horitas y tal pude terminar este desnudo. E hice bien, porque de haberlo querido terminar en la última sesión, todo parece indicar que habría quedado mucho menos pulido. Esto me hace recordar las palabras de Esteve. Hay un momento que la obra ya tiene un magma, una entidad, una cantidad de trabajo que hace que respire por sí misma, y es en ese punto cuando se le puede dar la forma definitiva y dejarlo acabado.
Así que empecé allí donde lo había dejado el día anterior: en las piernas y subiendo por el brazo:


Hay algo en este dibujo que me instaba a meterle color. La fotografía original tiene unos tonos muy neutros pero en los que mis ojos iban viendo matices de verde, violeta, carmín de garanza, azul celeste, etc. Y según iban apareciendo ante mi, no podía por menos de dejarlos plasmados en el papel. La combinación es rara pero funciona y me ilumina correctamente los diferentes puntos del dibujo, destaca los volúmenes correctamente, los contornos son limpios, y en general no rechina. Así que decidido a continuar en esta tónica pasé a la zona del torso:



Igualmente había una mezcla allí de colores que a pesar de no ajustarse (para nada) a la imagen de referencia, tenía un encanto especial, como si fuese una vieja pantalla de televisión. Me costó un poco la zona de los pliegues abdominales, pero quedaron bastante ajustados. Ya sólo quedaba la parte del cuello y la cabeza:



¡Y he aquí cómo transformar a un señor de facciones asiáticas en uno occidental! No sé exactamente cuál fue el matiz que llevó a esto, pero curiosamente la cara no es la de la fotografía, aunque se mantienen los valores de color iguales y los volúmenes también. El pelo fue un trabajo muy divertido de manchas con blanco y azul oscuro sobre las que ir luego trazando "pelos" con azul celeste, gris o blanco y algo de verde para que no quedase tan sosete. Quizá se le podía haber metido más marrón por lo de los oscuros, pero me gustó de esta manera porque se diferenciaba muy bien del cuerpo. Una leve pasada al fondo para difuminar un poco la presencia de la zona más clara alrededor de la figura y lo di por finalizado. Sigo mirándolo y me parece curiosísimo lo de los colores, no encajan pero a la vez encajan, toda una paranoia. El caso es que como conjunto funciona perfectamente y es una forma de dibujar interesante. En fin, vamos a por el siguiente, a ver si me puedo poner esta tarde.

¡Hasta el siguiente!




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