Tuve que trabajar bastante el fondo, que era una de las cosas que más me molestaba, con aquel color marrón tan insulso. Había ido a Barna Art a hacerme con más pasteles y ya sin el corsé de la austeridad, pude explayarme a saco con un buen trabajo de tramado para dar a entender las diferentes capas de iluminación del fondo. En un principio mezclé varios colores para darle más vibración al color de base que rodea a la figura, magentas y violetas fueron bienvenidos. Pero no obstante, se veía demasiado todavía el desastre de la sesión anterior, así que continué en esta línea. Por otra parte, tenía que hacer algo con la figura, así que a base de un concienzudo trabajo de rescatar los blancos y utilizar sólo colores bastante suaves, fui delimitando las principales masas de color sin entrar en demasiado detalle:
Luego fui haciendo un degradado a base de trama desde las zonas más oscuras del fondo, pertenecientes a las esquinas de la imagen hasta la parte contigua al cuerpo del bailarín, para lograr un efecto de iluminación menos brusco,. En un principio había utilizado un azul celeste para esta última parte, pero en última instancia me pareciío exageradamente claro, y lo fui cubriendo progresivamente con el ultramar desaturado (con mucha carga de blanco) que se ha convertido en un imprescindible de mi paleta. Es util para estos tonos medios de oscuridad, así como para zonas de sombra que no queremos machacar con un color muy oscuro. Y ya con esto solucionado pude pasar a lo que me dio tiempo del cuerpo:
A saber, las piernas, los pies y la mano del modelo, aparte de blanquear algunas zonas del cuerpo en las que me había pasado de oscuro. A la hora de ir consiguiendo los tonos medios, no podía contar con el naranja y sólo a medias con el ocre amarillo, de manera que me decanté por utilizar tramas muy sutiles de violeta y azul ultramar claro, que quizá en una fase posterior voy a trabajar con más ocre amarillo para que estas superficies se asemejen más a la piel y menos a la piedra ;). Todo esto se puede apreciar mayormente en las piernas, el brazo con la mano del fondo y la mano de primer plano. Se puede observar que aumenté el tamaño del pie. Y ello por el siguiente motivo: viendo con perspectiva la pierna estirada me di cuenta de que el muslo era muy cortito y en principio pensé que me había confundido al encajar. Pero resulta que estaba bien, lo que pasa es que debido a la perspectiva, la pantorrilla y el pie eran más grandes en la imagen. En principio el pie había quedado muy raquítico y no estaba en consonancia con esta ilusión espacial, así que lo engrosé y trabajé sucintamente los dedos y las sombras del mismo, en un ejercicio que no dejó de asombrarme por la verosimilitud de esta zona a pesar de los limitados recursos utilizados.
Como ya adelantaba al principio no pude acabarlo, creo que habría sido un poco precipitado y prefiero darle un buen final a este dibujo, así que en cuanto pueda me pongo un par de horas y a por ello.
¡Hasta entonces!
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