Los lunes suelo ir al gimnasio, pero como ya comentaba en otro post, entre que es Agosto, estaba ligeramente contracturado del cuello y con una pereza suave, me quedé en mi casita con mi mujer a hacer cosas y dar un paseo. Cuando llegué a casa, pensé que ya estaba bien de pereza y que tenía que continuar con el libro de nuestro bebé. Y me hice esto:
A partir de una fotografía de un bebé encontrada en internet, decidí hacer un dibujillo con lápices de colores, porque me vino así a la mente y pensé que era una buenísima opción para darle a la estampa un aire más acogedor (no se me ocurre una mejor palabra :)). Luego con un rotulador de caligrafía que tiene la punta blanda fui haciendo líneas para oscurecer progresivamente el marco del dibujo, para lo que me ayudé de los propios lápices de colores y también de los rotuladores calibrados. Al final quedó chulo, con una iluminación muy simpática. Era ya sólo cuestión de aderezar todo esto con algunas letras y explicaciones sobre este capítulo, que quedaron bastante simpáticas para lo malo que soy yo con estas cosas. Así es que querido/a hijo/a, continuamos explicándote el mundo lo mejor que podemos, espero que te guste.
¡Hasta el próximo capítulo!
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