Cualquier objeto es bueno para echar mano a la hora de hacer un dibujo. En este caso he cogido un flexo metalizado que tenemos por ahí y le he pegado un buen repaso:
Al intentar encuadrarlo, me parecía que el conjunto quedaba soso, de forma que he incluido una versión aumentada al lado, para que se aprecien mejor los detalles y poder explayarme con los reflejos. ¡Sin embargo me he explayado demasiado! He empezado a enredarme con los diferentes valores de gris que alli había y al final no da tanto el aspecto metálico como al comenzar a hacerlo. Dibujar como pintar, ¡todo es saber cuándo parar!
¡Hasta el próximo!
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