¡Madre del amor hermoso! ¡Qué malas son las prisas! Ayer tenía unas cositas que hacer por casa y fuera de ella, así que cuando me quise dar cuenta eran las 20 h y estaba de los nervios porque ni siquiera había empezado el encaje para el dibujo de la semana 12. Para colmo de males me di cuenta demasiado tarde de que la foto original era muy pequeñita, y estaba demasiado pixelado. Arreglé esto como pude con el GIMP y decidí ponerme al lío aunque sólo fuese para dejar encarrilada la estructura básica del dibujo.
Empecé con ello, pero al poco rato de empezar y estar tomando medidas, me dejé llevar por el ansia y fui relacionando unas partes con otras pero sin tener un esquema general del encaje. Esto, como se verá luego, fue un gravísimo error. Lo que quiero decir, es que en lugar de situal el "perímetro" del escorpión en el papel, para relacionarlo correctamente con los bordes que es mi referencia fija, pues nada, con mucha alegría me puse a tirar líneas desde las pinzas del arácnido:
Síiiiiii hasta ahí parece estar todo bien. Pero al terminar el encaje me di cuenta de un par de cosas:
El fallo más garrafal es la posición de la cola respecto al cuerpo del bicho, demasiado inclinada hacia la izquierda y restándole dinamismo a la composición de la fotografía original. Pero no acaba ahí la cosa: la última de las patas de la izquierda debería estar mucho más cerca del borde del papel, las pinzas no estaban bien situadas y hubo que corregirlas, buenobuenobueno, un cúmulo de despropósitos. Ahora viéndolo a aro pasado no se me antoja tan chungo, pero igualmente lo retocaré por los espoleos del perfeccionismo. Veremos cómo va la cosa con el claroscuro, porque me parece que mis problemas no se han acabado aquí...
¡Hasta la próxima!
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