La cosa empezó fuerte por la mañana en el trayecto al curro:
Una muchacha obnubilada por su móvil me servía para ensayar una combinación de colores suave, no demasiado contrastada. Toda la atmósfera que rodea a la figura está bastante lograda.
Por la tarde me encontré en uno de esos momentos en los que Uno ve un tema para dibujar en cualquier cosa que mira:
Estos dos apuntes de gente que estaba sentada/de pie al lado mío me llamaron poderosamente la atención, a pesar de no ser nada especial a priori. Pero la cosa no acabó ahí. Una madre vino a sentarse en un asiento abatible al lado de donde yo estaba y al lado puso su carrito con una bebé lindísima, de grandes ojos azules que no me quitaba ojo de encima:
No pude evitar lanzarme a dibujarla rápidamente, porque ya no quedaban muchas paradas. De hecho lo coloreé a la hora de cenar, en un dilema (prácticamente una poría) casi insuperable entre comer y dibujar:
Todo se resolvió favorablemente como los lectores podrán imaginar :)
¡Hasta otro ratillo!
¡Hasta otro ratillo!
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