Nada, que me dio por exprimir las funcionalidades de mi pequeña amiga Sailor:
Ya me noto más cómodo con ella, utilizando los diferentes grosores de trazo para subrayar mis intenciones en el dibujo:
Este dibujo tiene un aire muy expresivo reforzado por los diferentes valores de línea presentes en él.
Este sin embargo se me queda un poco cojo, como huérfano, algo así como un quiero y no puedo. El tipo de encuadernación de estos cuadernos tampoco lo pone fácil y crea una línea blanca muy rígida. Y ya para rematar el día (o mejor dicho, la mañana):
Este me resulta muy gracioso, especialmente la deformación en nariz y labios. Las posibilidades expresivas de la Sailor son geniales, aunque queda mucho por explorar.
¡Hasta otro rato!
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