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martes, 31 de marzo de 2015

Metiéndole materia al óleo de metro por metro

Domingo por la mañana... ¡Día de óleo a lo grande! Y aunque dispuse de menos tiempo que la última vez (3 horas mortales), quizá tener menos tiempo me ayudó a despreocuparme e ir a por todas con este lienzo. Dado que tenía  de dos horas, preferí centrarme en el rostro del muchacho, y empezar a aportar gamas de colores aleatorias para enriquecer el resultado. Es así como empecé a meter pinceladas cargadas con azules, verdes y rojos, que en algunos puntos ofrecieron un resultado muy vistoso.
Para empezar, me centré en oscurecer ciertas zonas especialmente en el contorno de la cara, para lograr que se dé el efecto de volumen deseado, que adquiera cierta tridimensionalidad. Como se puede apreciar, el verde en la barbilla y el azul en la nariz hicieron su aparición estelar, así como el amarillo por toda la superficie de la cara, para iluminarlo un poco, que con el blanco se mata mucho el color:
 

El trabajo de este primer momento incluía también la zona del cuello, que quedó muy escultórica. Sin embargo, me gusto porque las diferentes partes del mismo quedaron mucho más claras y relacionadas entre sí. Sin embargo, un fallo con la mezcla de colores me dio una mancha muy sucia en la parte derecha del cuello, precisamente la zona más luminosa.
Y de segundo, maticé un poco el claroscuro de la cara, para dotarlo de mayor naturalidad. También fui trabajando la camisa y el cuello, a la par que saturé bastante el tono general de la piel con amarillo. No es el de cadmio, que estoy reservando para aportar luz a saco cuando sea el momento, igual que con el naranja de cadmio. Por cierto, me comentaron en Manuel Riesgo cuando estuve en Madrid que iban a retirar los pigmentos de cadmio del mercado por cuestiones de peligrosidad (ADR que le dirían en el curro). La vida no será igual sin el cadmio, muahhaha. Bueno, a lo que estaba: se ve que el trabajo de la nariz está mucho mejor, y la boca también ha ganado en volumen, aunque no la dejaré así, ya que me parece que hay que darle otra vuelta. Como detalle curioso trabajé igualmente las orejas, que las tenía un poco olvidadas. Y aquí lo dejé por falta de tiempo:


Yep, no está mal, aunque me puedo imaginar un comentario virtual de Esteve: está muy oscuro. Tomo nota mental y este domingo si se tercia, atacaré otra vez el cuadro

¡Hasta entonces!

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