¡Uff! ¡Qué stress para tener actualizado el blog! Pero bueno, ¡que todos los males sean esos! El martes de esta semana estuve en
Gràcia para acudir a mi cita semanal con el
Espai d'art, que este curso tengo dedicado casi monotemáticamente a los retratos de nuestro viaje a la
India en Septiembre del 2014. Antes de empezar, y mientras me comía unas galletitas para tener fuerzas, quería comentar con
Esteve cómo veía él el decurso del cuadro y los siguientes pasos a dar. Dijo que me olvidase un poco del fondo en la parte superior y que me dedicase en especial a empastar la figura principal y a corregir las sombras de la manta con las que me había emocionado en demasía. 'Vale, así se hará' -me dije entre mí. Y el resto de la clase fue una sucesión de mezclas en la paleta y materia en el cuadro, de manera que al final quedó lo que sigue:
Si bien hay zonas que a mi se me antojan "sucias", nuestro particular mentor me dijo que lo veía muy bien y que había que seguir trabajándolo. En eso quedamos, a ver si podemos ir metiendo pinceladas que vayan más o menos en la dirección del último óleo.
Mientras volvía a casa pensaba algo que me comentó/vaticinó Esteve hace un par de semanas. Que más o menos esta es mi manera de hacer las cosas ahora y que estaba llegando al final de la
curva de aprendizaje. Me dijo que a partir de este momento, se trata de currar y currar y que incluso llegará un momento en que me aburriré, porque seá todo siempre más o menos igual y me sabrá a poco. Pero que entonces y en algún momento indeterminado (nota mental: volver a leer "
Para un materialismo aleatorio de Althusser") habrá una especie de salto cualitativo. La verdad es que tengo curiosidad por ver cómo será ese momento y para donde tiraré, pero de momento, no merece la pena pensarlo, ya irá llegando todo a su debido momento.
¡Hasta la semana que viene Espai d'art!
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