En fin, es una buena oportunidad para intentarlo, así que me fui a Barna Art a informarme un poco sobre el tema. Les pedí un lienzo de 1 m x 1 m y me dijeron que lo podían tener de un día para otro, así que la lógística no era un gran problema. Lo recogí el sábado pasado por la mañana y me lo llevé a casa. Me pasó lo de siempre, cuando Uno lo lleva por la calle parece ser de un tamaño normal, pero cuando lo mete en casa,... ¡resulta que es gigante! Con todo y eso, ya me estaba relamiendo sólo de pensar todo lo que podría hacer el animal con una tela de estas características.
Bueeeeno, ya sólo faltaba la imagen para plasmar en este monstruo. Llevaba mucho tiempo rondándome la cabeza una fotografía que sacó mi mujer en la India. Es esta:
La foto en sí es sencilla, pero es muy representativa de la India, su mentalidad, etc. La recorté para pasarla a un formato cuadrado:
y así poder dar mayor protagonismo a´la figura pricipal. Bien, bien, bien, con esto ya podíamos empezar. Ayer saqué un ratejo, porque sólo tenía que hacer el encaje y me pareció que lo podía hacer con relativa rapidez. ¡Vamos a ello!
Empezamos marcando un poco la posición de la cabeza respecto del lateral derecho del bastidor e introducimos algunos detalles para configurar la escena:
Aquí empecé a atisbar las ventajas e inconvenientes de pintar sobre una tela grandota. Ventajas: mayor amplitud de movimiento del brazo; posibilidad de utilizar el carboncillo sin miedo, porque la línea no es tan gruesa en relación con el tamaño del lienzo; impacto de la imagen. Inconvenientes: ligera dificultad para encajar por la falta de costumbre; incomodez para encontrar la postura desde la que pintar... Seguimos con el proceso hasta cerrar la cara del joven:
Vale, parece que la proporción es correcta, así que vamos a terminar el encaje:
Voilà! Aquí lo tenemos. En general es correcto, aunque tuve que revisar varias veces el contorno de la cara y las figuras de detras, especialmente la muchacha que queda a la izquierda, ya que en principio la había sacado extremadamente pequeña y tuve que deshacer el encaje para rehacerlo un poco más grande. Curiosamente los ojos y la boca quedaron correctos casi desde el primer trazo y la expresión es básicamente la que yo quiero para este cuadro. Aquí cerré el kiosko que era domingo por la tarde y me apetecía descansar, aunque no pudo ser...
¡Hasta la próxima!
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