Apuntes rollo Urban Sketching en el Hospital

Estos tres días en Madrid han dado mucho de sí. Aparte de poder estar con mis padres y hermano, al que operaban de la rodilla, he aprovechado para utilizar las enseñanzas de Antonio en vivo y en directo. Todo empezó el martes, cuando fuimos al hospital e ingresaron a Fernando y estuvimos por ahí haciendo tiempo hasta que le llevaron a la habitación. Mi madre y mi cuñada estaban a lo suyo, la una enfrascada en una labor de ganchillo y la otra adelantando unos deberes de inglés que tenía que hacer. Tan ensimismadas las vi, que pensé que era el momento perfecto para sacar la libreta que me regaló una buena amiga (¡gracias Ju!) y hacer un pequeño apunte a color que rematé con tipografías variadas:

Y aunque no se parezcan, quedó bastante chulo el asunto. Claro, mi padre se había ido a dar una vuelta y no aparece en el dibujo, pero en cuanto pude le hice el correspondiente retrato a "er Papa":

Fue en ese momento que nos avisaron de que mi hermano ya pasaba a la habitación, así que no lo rematé como yo hubiera querido, pero es parte del encanto de estos bocetos.
Ya en la habitación, con mi hermano drogado legalmente y el resto de nosotros (¡en la habitación, no drogados!), me pareció que había que hacerle un retratillo al prota de la escena, ¡no faltaba más! Y de esa manera le hice un doble retrato:

Aprovechando para dibujar la bomba de drenaje que me pareció un objeto genial. Aquí me ayudó mucho el Posca para sacar unos blancos que de otra manera no habría podido reflejar y el efecto de la mezcla entre el azul y el rojo de la sangre quedó realmente muy chulo.
Al día siguiente, de vuelta al hospital, nos visitó mi tío Basi, uno de los hermanos de mi madre. Como estaban ahí a lo suyo, hablando de todo un poco, pensé que era otra buena estamapa para dibujar y nuevamente preparé la libreta y las acuarelas y ni corto ni perezoso hice un pequeño apunte de la gente:

En general es bastante entretenido, aunque me gustaría haber solucionado de otra manera el primer plano, donde se ven las manos y las piernas de mi madre (cosiendo, como siempre ;)), porque se me hace que queda algo confuso. En cualquiera de los casos fue una buena experiencia y además una prueba de fuego para esta libreta, cuyas páginas pensé que no sería tan resistentes y que sin embargo ha aguantado mecha.
Sin más me despido, no sin antes mandar un beso muy fuerte a mi familia y a todos los que pude ver en estos días, ya sabéis que os llevo siempre conmigo.

¡Hasta otra escapadita!