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jueves, 14 de mayo de 2015

¡Ya está! Nuevo cuadro al óleo terminado + empezamos el último del curso

Ya se sabía, el martes pasado iba a por feina que dicen aquí, es decir, a currármelo para terminar con el cuadro del bebé durmiente, porque desde hacía un par de sesiones venía estando saturadillo y tenía ganas de empezar algo nuevo. Dicho y hecho: me ocupé fundamentalmente de la parte derecha de los plásticos unos retoques en la mantita para que se apreciasen bien sus límites y no se confundiesen con otras superficies, volver a meter mano en la cabeza y el pelo del crío y ya por último aplicar muy levemente ciertas pinceladas de color en el adoquinado para hacerlo más comprensible. Y éste es el cuadro acabado:
 
Hombre, el resultado es bueno y hay un momento en el que hay que saber parar. Me lo confirmó Esteve con su natural sabiduría: "un pintor ha de saber valorar cuando puede seguir avanzando un cuadro o si progresaría más empezando uno nuevo". Y éste era el caso. De modo que dejé aparcado este retrato y me aventuré con el siguiente, el que será el cuadro de final de curso. Para no romper la serie, que parece haber adquirido voluntad propia, me quedo en la India y paso a una foto de grupo:
  
 
Hace un tiempo que mi mujer me recordó esta foto que a ella particularmente le encanta y que tiene algo guapo, como alma, por decirlo de alguna manera. Es impresionante cómo posa la gente en la India. Normalmente miran fijamente a la cámara y no suelen sonreír. Los resultados son espectaculares y susceptibles de ser recubiertos con valores de todo tipo: fortaleza, determinación, aceptación. Lo que viene a mostrar cómo la obra de arte está más relacionada con el que mira que con el objeto de la misma.
En fin, amigüitos, vamos al jaleo, con un encaje contundente pero no demasiado exhaustivo:
 
 
Es sobre todo cuestión de posicionar correctamente las figuras. El jefe me indicó que tendremos que inventarnos alguna cosa para equilibrar el cuadro, debido al bloque de piedra que se levanta en la parte derecha de la imagen, así que parece que estaremos trabajando texturas en esa zona en fases posteriores. Por lo demás, y aparte de algún ligero error (las últimas figuras de la izquierda están un poco apretadas contra el límite del cuadro y la arquitectura es más estirada que en la foto original), con esto ya podemos empezar.
Pero ¡oh, surprise! Eran las 21:25 y la clase acaba a las 21:30. ¡Y yo con un montón de óleos en la paleta! Es una cosa que me mortifica, así que en un arranque de micro locura, utilicé algunos de los colores muy diluidos para no tirarlos. No debería ser éste el proceder normal, pero en fin, "ca' uno con sus ca' unás". Y el aspecto del lienzo al terminar la sesión era como sigue:
 
 
Nada que reseñar en este caso, se tartará de ir currando a buen ritmo la semana próxima y ver cómo evoluciona el cuadro. Mi intención (que no determinación) es acercarme al maestro Joaquim Mir en la pincelada y el manejo de la luz, pero como leía hace poco en un ensayo de José Luis Pardo sobre arquitectura: el proyecto no determina la realidad, sino que tiene que flexibilizarse precisamente para hacerse realidad. Y en ese recorrido iremos viendo el decurso de esta obra.
 
¡Hasta la semana que viene Espai d'art! 

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