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sábado, 16 de mayo de 2015

El retrato de Sara va cogiendo entidad...

El jueves pasado tenía un par de horas perfectas para dar continuidad a este retrato a pastel, teniendo en cuenta que tendría que estar acabado para la semana que viene, y que no quiero andar con prisas de última hora ;). Preparé todos los bártulos y con los pasteles en mano, me lancé a por ello. Fui trabajando por zonas, como se verá a continuación, puesto que el conjunto estaa ya más o menos bien planteado.
En una primera fase estuve trabajando el sector de la izquierda: la blusa y el pelo, dándole mayor riqueza de colores y perfilando con las barritas de pastel sin difuminar, para ir creando efectos de claroscuro y diferenciando unos planos de otros (especialmente en lo que al pelo se refiere). También fui aclarando el tono de la piel en la cara, porque estaba demasiado saturado y en la fotografía original es mucho más "apastelado":


Para continuar, me pasé al sector superior derecho del cabello, que  ofrecía unos matices de diferentes colores muy guapos que poder resaltar con el pastel. La amalgama de azules, rojo, naranja e incluso verde da muy buen resultado y define a la perfección las ondas del pelo y las diferentes posiciones de los mechones unos en relación con otros. Por supuesto continué trabajando en la cara, en este caso en la zona de la nariz y la boca, que también tocaba "aclarar". Una vez hecho esto, el parecido con la imagen de referencia se va haciendo más patente:


En esto de los retratos, Uno va aprendiendo con el tiempo que aunque lo que parece lógico es que el parecido se centre sobre todo en los ojos, nariz y labios, resulta que a veces es un pliegue de la piel, el rictus de la boca, una levísima curva que dibuja la ceja o una luz bien dispuesta lo que en realidad nos va a dar este parecido. A veces, las cosas se manifiestan indirectamente y dar un rodeo es la manera de hacerlas visibles, ¡ahí queda eso! Y para terminar la sesión del jueves (que no el retrato):


Era el momento de acometer la parte inferior derecha del pelo, con sus múltiples bucles y juegos de luz y sombra. Como en un primer momento estaban más bien difuminados, fue un trabajo de perfilar y definir, aparte de valorar las zonas de máxima luz y máxima oscuridad. Un detalle que no me gustó es que en mi afán de dotar al cabello de color y vivacidad, se me ha girado un poco hacia el verde y los tonos más verdosos. Tendré esto en cuenta para la próxima sesión. Por último estuve trabajando, (¡casi esculpiendo!) más aspectos de la cara para lograr un aire de mayor naturalidad. Un foco de atención era la boca, en la que modulé la saturación, pues en la fotografía era un tono muuuy suave, cercano al de la piel del rostro. También me estuve ocupando de la pequeña fracción de blusa que se ve en a parte inferior derecha y también de la zona en la que asoma la camiseta, justo en el centro del papel, en el extremo inferior.
Y hasta aquí de momento los progresos. Esto ya va cogiendo cuerpo y actitud. Una de mi mayores preocupaciones, que eran la boca y especialmente los dientes (una de mis bestias negras) han quedado finalmente bastante bien resueltas. Como comentaba anteriormente, tengo que trabajar nuevamente la zona de los bucles del pelo, pues la encontraba más de mi agrado con unas tonalidades más tirando al naranja y el rojo, que también le dan un aspecto más cálido al dibujo. En fin, espero rematarlo mañana en una última acometida, tras la que podremos observar el resultado final y su parecido con la realidad.

¡Hasta entonces!

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