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miércoles, 29 de junio de 2016

El artista invisible




Este viernes tenemos cena con los compis del Espai d'art y para tal evento, Esteve nos había propuesto hacer una especie de amigo invisible llamado el "artista invisible". El funcionamiento era bien sencillo: cada uno de los que acudíamos a la cena hacía un trabajo y lo llevaba allí, luego se haría un sorteo y a cada uno le tocaría uno de otro compañero. La cosa pintaba bien y era algo diferente de lo que hicimos el año pasado. Como se trataba de hacer una cosa más personal, que incluyese inquietudes íntimas (qué bonito, tres palabras seguidas que empiezan por 'i' XD) hice un proceso mental aprovechando la pausa del curro. Estuve pensando en aquella instalación que hice para una exposición colectiva de todos los que acudíamos a los cursos de Loreto en Leganés (minuto 2:20 de este vídeo). Y recordé que para llegar al concepto desde el cual enfoqué la obra hice una serie de reflexiones encadenadas, aprovechando las herramientas de que me dotó en su día la filosofía. La verdad es que se trata más de un encadenamiento de imágenes, dicotomías conceptuales, símbolos y todo lo que se me pase por la cabeza. Vamos, lo que viene siendo un brainstroming para intentar generar una obra que cabalgu sobre un concepto.
Tras darle muchas vueltas, seleccioné unas 4 ideas y en el curro me puse a buscar documentación gráfica sobre los asuntos, porque a veces una idea genial puede no ser factible, dependiendo del tiempo con el que contemos. Al final me decanté por esta imagen:



Me parece un sitio donde la belleza de lo meramente estético y un punto moral se juntan de una manera bien conflictiva. Eso me interesó. Tras darle muchas vueltas a mi cabecita loca, vi que tenía un interés en trabajar con el error. El error -puse con rotulador detrás de esta imagen- es lo más constitutivo del ser humano. Nos encontramos errando la mayor aprte del tiempo y de ahí sacamos la potencia para salir adelante y generar cosas útiles y bonitas. El error me llevó a toda esta fijación con no querer dejar que el tiempo pase y fijarlo mediante la cirugía estética. Es un error, porque nadie puede parar la vida, ni siquiera en apariencia. Es como intentar contener un río con tus brazos o tapar el sol con un dedo. Todo lo que se fosiliza está muerto, todo intento de fijar la vida es un intento de acabar con ella. La aspereza de la imagen transmitía muy bien esto, la ortopedia, la búsqueda de lo que no hay, los errores quirúrgicos. Además, en la publicidad de este tipo de clínicas y operaciones sale siempre gente que no lo necesita, mujeres esbeltas y de piel perfecta o com oen este caso, unos labios que no precisan de ningún tipo de intervención.
Como no disponía de mucho tiempo, preferí trabajar en un formato más pequeño (DIN A3) y con pastel, que lo tengo bastante controlado. El profe me preguntó: ¿Es esto lo que te inspira? Y yo le dije que sí, pero he de reconocer que al final de la clase pensé que quizá era demasiado punky. No obstante también era algo muy personal, un intento de sacar a la luz algo más que la copia de una imagen y por tanto era algo más artístico, si queremos definir lo artístico de esta manera. En fin, que la cosa después de esas dos horas quedó como sigue:


Esteve me dijo que le faltaba mucho y me chocó un poco, porque yo lo veía bastante acabado. Pero eso me sirve para la próxima sesión en la que me dedique a pulirlo. Me interesa mucho destacar el brillo y carnosidad de los labios contra la frialdad y lo mecánico de la aguja. En fin, que para mi gusto, la cosa va por buen camino ;).
Eso sí, luego tuve que decirle a Esteve que no podré ir al curso en Septiembre por temas personales y eso me puso un poco triste. Es una semana durilla, porque estoy dejando temporalmente muchas cosas que me gustan y gente con la que he trabado amistad a través del dibujo y la pintura, de manera que no es fácil, pero vaya ¡es así la vida!

¡Hasta siempre (de momento) Espai d'art!

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