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jueves, 30 de junio de 2016

Dibujo de la semana 18 finito




¡Nada, que volvemos a arrastrar un montón de retraso con los dibujos semanales! Desde luego, esto de tener que trabajar 8 horas al día ¡es que te roba un montón de tiempo! XD. Bueno, a lo que vamos, que el miércoles me puse a acabar con este dibujo semanal, aprovechando que dispongo de uns pocas horas libres en las que concentrarme. Y bueno, los que ya sabéis cómo va esto veréis que la tónica general no cambia:




Tramas y más tramas con diferentes colores de pastel para poder dar el volumen deseado a las diferentes zonas de la cara del pequeño. Me gusta especialmente el uso del azul ultramar claro (esa especie de añil rebajado) porque da una especie de sombra pero clara, es raro de explicar, pero ayuda a mantener una luz secundaria sobre el rostro que a la vez sirve de transición a ciertas sombras. Por lo demás, siempre teniendo como estandarte el usar la mayor cantidad de colores posible, he tratado de dar vida al dibujo y mantenerlo en una gama aproximada a la de la fotografía de referencia. Es curioso, pero si nos fijamos bien en la imagen, vemos pequeñas trazas de otros colores, y si pasamos a magnificar este efecto en nuestro dibujo, gana una barbaridad. Es algo que he visto fundamentalmente con Esteve en el Espai d'art y funciona a la perfección. Es como meter unas trazas de rojo en una zona de máxima sombra, de pronto aquello cobra vida por no sé qué efecto. Continué en esta dinámica en la siguiente fase:




Trabajando más a fondo la zona de los ojos, los labios y la frente. Los ojos me parece que están bastante clavados y rezuman vida, así que me doy una palmada en el hombro a mi mismo por un trabajo bien hecho y de paso me moví hacia la oreja. También me encargué de dejar reflejada esa masa de moco que aparecía cerca de la nariz, porque estaba esperando a que la base del dibujo estuviese bien acabada para poder incluirla. Y ya poco más que decir:




Un último aliento para hacer la ropa o lo que asoma de la misma, usando trama pero también intentando imitar la textura polar de la prenda. En esto hay que reconocer que no me acerqué ni de coña, así que acabé por desistir y darle un acabado no demasiado trabajado. Pensé que si lo pulía mucho podría acabar por llamar más la atencion que la cara del niño y no me pareció buena idea, así que lo dejé más suelto y maté dos pájaros de un tiro ;). Y con esto pasamos el ecuador de una nueva serie de pasteles, con lo que nos aproximamos al dibujo número 20 de este año, nada mal en comparación con los años anteriores.

¡Sigamos!


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