Al ser un formato cuadrado, tuve que ingeniármelas para adaptarlo a un formatoo apaisado o verical. En este caso y para no perder información, preferí una disposición vertical, así también cambiaba respecto a los dos últimos dibujos:
Y Venga, sin perder tiempo, que para no variar y año tras año, vamos con retraso ;).
Para empezar, y como no hay ninguna parte de la figura que toque el borde del papel, tuve que ingeniármelas para encontrar puntos de referencia. En este caso me valían las líneas que dibujaba el cojín sobre el que se seinta la modelo y para que no se me fuese mucho de proporciones, tomé medidas a grosso modo de la mitad del papel e hice marcas también de la división en tercios de la hoja, porque había referencias que no conseguía establecer sin tener estos puntos de apoyo. Luego vamos construyendo el encaje despacito y con buena letra:
Aquí ya asoman las extremidades inferiores y un retazo del brazo derecho con su mano. Todo ello en principio estaba bien calculado, aunque había que seguir encajando el resto del cuerpo para ver si había algún fallo de proporción, que últimamente tengo cierta propensión ha cometerlos:
Llegados a este punto, tracé dos líneas perepndiculares en el torso. La verdad es que no estaba marcando la mitad del mismo, sino más bien ciertos puntos que relacionaban por ejemplo los codos en ambos brazos. O también una línea diagonal desde la rodilla izquierda hasta el hombro izquierdo, para tener la información de cómo se sitúa el uno respecto al otro. Quería prestar especial atención a la anchura del torso, pues es un punto débil, pero en este caso parece que lo clavé bastante en primera instancia, aunque luego siempre hay correcciones para hacer. Y ya teníamos el encaje finalizado de esta manera:
Queda hasta bonito así y bien que se podría dejar de esta manera y darle un tratamiento mucho más conceptual, pero no es de lo que estamos tratando. La cabeza parece haber quedado proporcionada y en términos generales, se diría que el encaje está bien ajustado y además, la pose ha quedado natural y vistosa, o sea que yo con esto me doy con un canto en lo dientes. Y para rematar el día, ¡a saco con el color!:
Primero el fondo, con un tratamiento muy general y manteniendo un claroscuro básico sobre el que trabajaremos todos los detalles. Y sólo quedaba ir a por la figura y entrar en detalles:
Nada, mantener los brillos más potentes y dar una pasadita con los principales tonos que vamos a manejar: amarillo pálido, marrón claro y oscuro y naranja. Evidentemente luego esto se va a llenar de otros compis, como el verde, el azul, el magenta, rojo, etc., etc. Pero de momento quedan marcadas las zonas principales de luz y sombra, que lógicamente coinciden con partes por donde atraviesan músculos y huesos, que dan esta forma característica a las mismas. Estoy especialmente contenco con los pues y la mano, así como con la expresión de la cara. También me gustan mucho los tonos que quedan del lado de la sombra del terminador. Son zonas en principio oscuras, pero al reflejar luz de otras partes del cuerpo, reciben una iluminación tenue muy guapa. Por ejemplo en la parte baja del muslo se puede apreciar cómo he utilizado un naranja para conseguir este efecto, que en cualquier caso, tendré que matizar.
Hasta aquí llegó el esfuerzo dominical por mantenerme al día con estos dibujos semanales y queda pendiente una segunda sesión para machacar detalles y dar un aspecto más natural al dibujo.
¡Hasta la próxima!
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