He de decir que tengo una letra pésima, de verdad, parece un electrocardiograma. pero de pronto, al coger la pluma y el papel y seguir las pautas indicadas aquello parecía caligrafía chula, chula. Cuesta un poco pillarle el punto a la cantidad de tinta necesaria, la fluidez del trazo y por supuesto, la forma de las diferentes letras. La que más me cuesta es la "a" y por ende, todas las que comparten rasgos con ella, pero hacia el final del ejercicio, ya fui entendiendo más o menos por dónde tirar. Debajo una foto más de cerca de las letras organizadas morfológicamente:
Y así pasé una buena parte de mi tarde del sábado, muy centradito, casi en una especie de meditación zen. Al final este tipo de cosas te obliga a prestar tanta atención que te absorbe hassta el punto de no poder pensar en nada más, lo que resulta muy reconstituyente para la cabeza, muchas veces demasiado liada con pensamientos que no vienen a cuento. En próximos episodios continuaremos con los ejercicios.
¡Hasta pronto!
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