Translate

martes, 12 de enero de 2016

Dibujo de la semana 1 ya en el 2016

¡Pues bienvenidos a todos al primero de una serie de dibujos a pastel que irán llenando mis semanas este 2016! Encontré unas cuantas fotos chulísimas en Flickr, llenas de colorido, para hacer frente a este mini reto del presente año. Como tocaba paisaje, y después de observar unas cuantas instantáneas, me pareció bien empezar con esta:


Por desgracia ahora no consigo encontrar el link para la foto, que es alucinante. La gama de colores, del rojo al violeta es muy guapa y creo que es un buen comienzo, algo no demasiado exigente y a la vez muy contrastado, para ir entrando de nuevo en el juego. Lo pongo al formato proporcional de aquel en el que trabajaré, que cambia ligeramente respecto al año pasado (50 x 65 cm vs. 50 x 72 cm):


La foto queda algo más "cuadrada" y de esta manera la barca aparece más grande que en la fotografía original. Preferí comerme el espacio de la izquierda de la imagen, que ofrecía menos interés que el de la izquierda, donde se ven algunas estructuras que le dan más ritmo a la fotografía. Y ¡hala! a encajar:


De todos los papeles de colorines que había comprado, escogí este, que me pareció muy chulo por el contraste que ofrece con los colores de la foto y además podría jugar con el propio tono del papel a la hora de hacer los tonos rojizos y anaranjados que rodean la luz del sol. Para encajar estaba utilizando un pastel de color azul celeste, pero se daba de patadas con el color del papel (no en vano, son complementarios), así que pasé a usar un verde oscuro. Parece una locura encajar con un color oscuro cuando a lo mejor la superficie se tendrá que cubrir de un color medio o claro, por ejemplo, pero pensemos que en el pastel todo se va mezclando y hasta etapas muy avanzadas del dibujo, se pueden ir sobreponiendo colores (incluso claros sobre oscuros). Así que con éstas, me hice una primera aproximación a la situación general de los elementos allí visibles: la línea del horizonte, una primera tentativa del casco de la barca, para situarlo respecto a otros objetos y las estructuras de la derecha, barca y pilones incluidos. Con esto ya tenemos una primera disposición del encaje sobre la que seguir trabajando:


Y lo hacemos así, a lo bruto. Terminé la forma de la barquita y los elementos que la acompañan a la vez que marcaba la zona de sombra arrojada de la misma. Una vez hecho esto, el resto es más pintar que dibujar, por entendernos, así que fui aplicando el azul celeste de base para la zona del mar. Lógicamente, el mar en este caso no es azul. De hecho a la hora de pintar es muy raro encontrar colores planos, a no ser que esa sea la intención del dibujo/cuadro. Igual que el oro no es amarillo. Hay miles de matices en cada objeto dependiendo de su color y el color de la luz que absorben. Motivo por el cual, el mar en este caso será violeta, azul claro, azul oscuro, con trazas de rosa, gris y algo de blanco. Eso por lo que respecta a lo que se ve. Ahora bien, como ocurre con el óleo, podemos incluir colores que no están presentes en la propia imagen para dar más vida al dibujo, con lo que a lo mejor un verde claro, un marrón y otros compis también se unirán a la fiesta del color. En la imagen de debajo se puede apreciar un poco mejor lo que quiero decir:


Así es la cosa. Fui sumando manhas y trazos de los colores arriba mencionados y de forma paralela estuve posicionando el reflejo del sol y las nubes en el agua. Todo ello, eso sí, de forma provisional y muy difuminada, que ya habrá tiempo para poder perfilar todo mejor. La barca también se llevó lo suyo, con mucho marrón y verde en la zona de sombra y los colores predominantes en la parte de arriba, ya que se reflejan en su superficie. El toque de luz para los bordes de la embarcación lo llevé a cabo con un azul celeste para resaltar la zona. ¿Y qué nos queda?:


Pues el cielo y terminar de poner todo en consonancia, dando más sombra y color en la zona del agua. Como comentaba mas arriba, en el cielo y el reflejo sobre el agua jugué un poco con el tono del papel, que en ese caso no es necesario cubrir del todo y es interesante que asome. De lo contrario nos daría igual dibujar sobre este papel que sobre uno en blanco. El cielo considero que apunta maneras muy buenas, con trazos limpios y los colores en su sitio. Intentaré acabar el dibujo este fin de semana, pues se trata de abundar en lo ya hecho y de utilizar más la línea para ir definiendo unos elementos respecto a otros. Lo que eché de menos durante toda la sesión fue un difumino. De hecho, eché de menos tener varios difuminos. El pastel no es como el carboncillo, que con una punta de difumino para extenderlo ya vale. Al haber variedad de colores, necesitaré una punta casi para cada gama de los mismos o como mínimo una para los claros y otra para los oscuros. Así las cosas, me he ido esta misma tarde a Barna Art a coger un par de ellos para que pueda echar mano cuando los necesite y también para ver si me sirven o no. Además me interesa tenerlos porque en los últimos dibujos a carboncillo estuve experimentando con tramas de línea negra y sobre ella, tramas de difumino y el resultado me pareció muy interesante, por lo que me gustaría no dejar de lado esta línea de trabajo.

¡Hasta la próxima!

No hay comentarios:

Publicar un comentario