Sábado, ¡día de calçotada y de dibujar a saco! Empezó la cosa por la mañana antes de salir, puliendo el dibujo de la semana 2 del 2016, al que luego daría los últimos toques por la noche de ese mismo día. Y durante el día saqué tiempo y fuerzas para hacer un par de sketches durante la calçotada. Para los profanos, esta palabreja denomina una reunión de gente que se junta para hacer y comer calçots, una especie de cebollas alargadas, parecidas a los puerros, que es costumbre comer en Cataluña en esta época del año. Se suelen acompañar de salsa romesco, una delicia compuesta de pimientos asados, creo que tomates y almendras + avellanas trituradas, ¡muy rico!
Mientras nuestro buen amigo Toni y yo nos poníamos con el fuego, empecé a dibujarle con el pincel recargable de tinta china, pero se movía mucho y tenía que ir ayudándole con la logística, así que dejé el apunte colgado. Entre eso, el vinito y que estábamos en buena compañía, y preferí disfrutarla de charleta, nu tuve tiempo para más. Pero a la vuelta en el coche pensé que era buena idea intentar uno de estos apuntes con la perspectiva hiper deformada. Ya lo había pensado antes, recordando unos apuntes que habían salido en el Blog de los Urban Sketchers, de modo que me lancé a ello:
he de decir que me encantó el resultado, me parece que está lleno de vida a pesar de que la perspectiva no esté todo lo lograda que podría. Pero desde luego que así tiene mucha más gracia, eso seguro. Iba a darle acuarela sólo en las partes donde se viese el fondo o el horizonte pero ¿sabéis qué? Que prefiero dejarlo así. A veces se me pira la pinza y me quedan unos dibujos coloreados sin ton ni son y con poca gracia. En este caso y para evitar esto, he decidido dejarlo así para que sea sobre todo un trabajo de línea y porque me gusta cómo ha quedado. Fue genial como experiencia y para jugar con la deformación del espacio. Otra vez intentare llevarlo hacia el color.
¡Hasta la próxima Urban Sketchers
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