Llevo unas semanas
haciéndome un ciclo de Ingmar Bergman a costa de la red de
bibliotecas públicas de Barcelona. Tienen unos fondos vastísimos y
voy recogiendo todas las pelis que veo del afamado director sueco,
que tenía un buen hacer en el cine del que encuentro ecos en Michael Haneke, por ejemplo. El poco uso de la música para apoyar momentos
de tensión o emoción álgidos, los primeros planos y encuadres poco
comunes, que lo diferencian rápidamente de cualquier otro director y
otras cosas que desde mi modesto entender de aficionado, hacen de su
cine algo valiosísimo, como pequeñas perlas engarzadas en un
collar.
En fin, que me voy
del tema ;). Son muy características de Bergman las mujeres
protagonistas, por la dimensión profundísima que les da. Y de entre
todas ellas, hay unas tres que se repiten bastante y que tienen una
personalidad muy definida en la obra bergmaniana: Ingrid Thülin,
Bibi Andersson (no confundir con Bibi Andersen :)) y Liv Ullman.
Tras ver Persona, me quedé prendado de estas últimas, y pensé que
tenía que hacer un dibujo de una de ellas...
En principio me
llamaba más la atención Bibi Andersson, pero tras ver algunas pelis
más, me quedé con Liv Ullman, una actriz con muchos registros y de
una belleza poco común, por cuanto no es extremadamente llamativa,
pero tiene un algo que encandila. Iba a hacer esta foto:
en la que se solapan
los rostros de ambas actrices, pero no acababa de motivarme y además
la nariz me desconcentraba. He aprendido con el tiempo que sólo
merece la pena hacer aquello con lo que uno está en sintonía, lo
demás son ejercicios de disciplina, pero no portan el sello ni la
fuerza de hacer lo que a Uno le gusta. Así que estuve buscando fotos
de la buena de Liv y aunque no fue fácil, al final me decidí por
esta:
Al pasarla a formato
proporcional de 50 x 70 cm, me tuve que comer una buena parte de la
foto y lo hice por la parte de la derecha, para que el rostro quedase
más centrado:
Y luego, ¡a
encajar!
Planteé de entrada
el contorno del rostro, porque tenía bastantes referencias respecto
del borde del papel, y ahora mirándolo en comparación con la foto,
veo que este primer acercamiento está bastante clavado. ¿Y qué
siguió? Pues situar las partes del rostro, comenzando por la boca y
los labios:
Me ayudé bastante
en este caso de las sobras de la cara para calcular las dimensiones y
posición de la boca. Además me servirían luego a la hora de
aplicar los diferentes valores de gris. Por último, los demás
elementos de la cara:
Para llegar a la
posición de la nariz, me ayudé de las arrugas que salen de los
bordes de las fosas nasales a las comisuras de los labios: teniendo
más o menos en cuenta la inclinación de éstas, se puede colocar la
base de la nariz, que después podemos relacionar con los ojos, etc.
Una medida que resulta de gran ayuda a este respecto es la que va de
los bordes de la boca hacia el centro de los ojos formando una
vertical. Y de ahí era cuestión de situar las cejas y los ojos,
respetando la inclinación de la cabeza. Aquí tuve que revisar el
encaje un par de veces, porque se me hacía que los ojos estaban
demasiado juntos. Al medir la distancia (el canon usual, es que de
ojo a ojo hay una separación de un ojo también), comprobé que en
principio estaba bien, aunque la aumenté un poco, para que se
entendiese mejor, pues al final y como vamos descubriendo, no se
trata tanto de hacer un calco del dibujo, sino a la vez de
interpretarlo, lo que incluye introducir consideraciones propias para
destacar o difuminar ciertos elementos dependiendo de la importancia
que les queramos dar. Bueno, un par de anotaciones en los cabellos y
pasamos a sombrear:
Muy decidido de
entrada, poniendo grandes manchas con tonos muy oscuros de entrada
allí donde los hay. Lo importante de esta foto es dejar reservados
los espacios en blanco para denotar los volúmenes del tabique nasal,
la parte superior de los pómulos o la frente y también centrarse en
la mirada y los labios, características fundamentales de la actriz.
Y ya es todo ir sumando y trabajando todo a la vez:
Al estar muy
difuminado, el trabajo del fondo será relativamente sencillo, sólo
hay que cuidar de que no cobre demasiado protagonismo ante la cara de
la protagonista. Trabajé de nuevo los ojos, boca y nariz, así como
otros volúmenes faciales y sugerí la ropa. Lo que me gusta es que
automáticamente, la cabeza queda “despegada” del fondo y lo que
queda es un trabajo de enriquecer la plástica para que el dibujo
gane en entidad. Lo que no me gusta es que al comparar ahora la foto
con el dibujo percibo que la inclinación del rostro no acompaña a
la de la cabeza. La línea de los ojos por ejemplo, debería estar
más inclinada hacia la derecha y el tabique de la nariz gual está
demasiado vertical, si nos fijamos. Son puntos a tener en cuenta
cuando lo retomemos, seguramente hacia el final del finde, que me voy
unos días a Portugal.
¡Hasta entonces!
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