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miércoles, 7 de octubre de 2015

Olivos coloridos

Pues no sé si se parecen demasiado a unos olivos, sobre todo en lo que respecta al color, pero a mi desde luego me convencen. Estuve utilizando un solo pincel durante toda la sesión en el Espai d'art, lo cual en principio no es recomendable, pero resulta que me dio un montón de versatilidad. Y se trataba del pincel más pequeño que tengo. He observado en este último cuadro, que el mencionado pincel me permite coger buenas cargas de pintura de forma que se cree una buena pasta y textura y de otra parte es más preciso que los de mayor grosor. Así que tenía la potencia y el control, ¿qué más se puede pedir? ;)
En la primera parte de la clase estuve diferenciando los árboles para que no pareciese todo una mancha informe y potencié la iluminación del tronco en primer plano. Estuve trabajando la zona de la sierra, que tenía mucha mancha caótica pero no se entendía del todo lo que había allí. También continué con el trabajo de las sombras azuladas, matizándolas para que no resultasen tan repetitivas. Y la cosa a mitad de la clase iba tal que así:


También había estado trabajando el claroscuro de los diferentes planos del suelo, para que se entendiese que unos estaban más alejados que otros. Para la segunda hora, Esteve me había comentado que sería interesante darle más protagonismo a la sierra, ya que queda en el medio de la imagen y es una de las protagonistas del cuadro. A la pregunta de cómo hacerlo exactamente (no quería empastar demasiado esta zona porque se sitúa al fondo, y de hacerlo, probablemente me vería obligado a añadir más materia a los primeros planos del cuadro) me dijo que yo vería pero que sería mejor darle caña al asunto. Dicho y hecho, le metí más materia sin exagerar con la textura y trabajé mejor las piedras de las zonas superior y laterales. Además di mayor protagonismo a los árboles situados en medio de la extensión de piedras, también conocida como "casquera redonda" por los locales. Y el resto lo dediqué a hacer los árboles más alejados del espectador en el llano, matizar claroscuros en los árboles y arbustos de la izquierda y a trabajar una de las zonas de las que más satisfecho estoy: el suelo. Lo curioso del asunto es que mientras daba pinceladas estaba de palique con una compi, con lo cual no tenía toda mi atención centrada en el cuadro. Pero quizá eso ayudó más que estorbó, porque como ya he comentado alguna vez, y es algo que se escucha mucho a los profesores de dibujo y pintura, cuando menos intención hay de que algo "salga bien" o "quede bonito" (obsérvese que las comillas señalan lo dudoso de la validez de ambas expresiones), mejor para el dibujo o pintura, porque no interviene el lado izquierdo del cerebro (el lógico, matemático, lingüístico, etc.) y permite que el lado derecho trabaje sin obstáculos. Al final, logré hacer un suelo pedregoso creíble, pero lleno de colores, como a mi me gusta:


Algunos compañeros vieron el cuadro y me felicitaron y el jefe Esteve también me dijo que buen trabajo y que me estaba "catalanizando" XD. Se refería en buena medida a la escuela de pintores como Mir, Sanvisens y amigos. Para mi es una barbaridad la comparación, pero sí que me he notado muy suelto en este cuadro y acordándome mucho de Mir mientras lo hacía, y en especial de algunos cuadros de Mallorca que tienen un colorido potentísimo, sin renunciar a la descripción paisajística. En fin, un día para recordar y un cuadro, porque desde que lo empecé está yendo como la seda y quizá esto del paisaje se me va a dar mejor de lo que pensaba...

¡Hasta la próxima!

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