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jueves, 11 de febrero de 2016

¡Terminado! Dibujo de la semana 3

El domingo pasado me lié la manta a la cabeza y aproveché un buen rato de la tarde para dar término a este dibujo semanal. En total estuve un par de horas más con el, dedicando sobre todo a pulir el claroscuro y definir mejor toda la composición. Vamos a ver cómo lo hice.
Respecto al día anterior, me dediqué en primer lugar a rayar bien todo el papel. Me refiero a que en las partes donde el color estaba más difuminado, fui aportando trabajo de trama con línea, a la vez que incluía otros colores (en este caso el verde oscuro, como se puede apreciar en el terminador del muslo). Centré prácticamente todo el trabajo en el torso y la pierna visible:


Por si el trabajo de trama no hubiera sido suficiente, volvía a la carga con él. para aclarar la zona en medio de la espalda y el hombro derecho. Como se puede observar bajo estas líneas, también le metí mano al pie y -precisamente- la mano de la modelo. Esta fue una de las mejores partes del trabajo. Utilicé una mancha muy suelta, poco definida, y me dio un súper buen resultado. Digamos que lo que perdí en definición, lo gané en expresión. En este punto del dibujo, me dediqué por extenso a la cara y cabello, para darle la que sería la expresión definitiva:


Me flipa el detalle del pelo. Es como si juntando líneas de varios colores: verde clarísimo, azul celeste, algo de marrón e incluso rojo y violeta, saltase a la vista la composición del pelo, con sus mechones principales. No obstante lo dicho, todavía estuve haciendo variaciones sobre el tema en la última fase del dibujo, porque se me habían escapado un par de detalles. Asimismo estuve aclarando ciertas zonas de la piel (tengamos en cuenta que cuando fijamos el pastel al papel queda algo más oscuro), retocando la oreja, que parecía un croissant, y por supuesto, me puse a igualar el trabajo del fondo con el resto del dibujo:


Aquí entraron en liza rojos, magentas, rosas, violetas, azules y de todo, vaya, que en la variedad está el gusto. Sin embargo tuve algún problemita porque había zonas del papel tan saturadas de pigmento y por las que había pasado tantas veces que ya no admitían más. Al hacer una nueva pasada con el pastel o el difumino, el color no agarraba y quedaba una especie de hueco oscuro. He notado que también pasa si se utiliza una arista afilada del pastel o bien si al pintar con la punta del mismo no hemos retirado correctamente el papelito que los envuelve y éste rasca la superficie. Entonces se crean unas líneas muy molestas que no ayudan en nada al proceso de dibujo.
However, y quitando este detalle, esta última parte del dibujo fue ben y estoy especialmente satisfecho de cómo ha quedado el cojín sobre el que se aposenta la modelo. Aprovechando la base oscura que ya tenía, profundicé en las sombras y aclaré bastante la superficie del mismo, para acentuar el contraste. Incluso delimité con una línea suave y clara el contorno de alguna de estas partes, lo que me dio un inesperado efecto, pero muy guapo ;). Sólo quedaba sugerir algunas arrugas en la esquina inferior derecha y así quedó este dibujo de la semana 3 de este año 2016. Voy entrando de nuevo en la técnica y me encanta ver cómo se mezclan los colores, cómo el difumino a veces es un gran aliado y otras veces demasiado aleatorio, pero igualmente válido. Y sobre todo me gusta porque es parecido a pintar al óleo y los claroscuros resaltan un montón, dotando a los dibujos de una tridimensionalidad poco común. ¡A por el próximo!

¡Hasta entonces!

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