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martes, 28 de julio de 2015

48º Sketchcrawl en Vallcarca

El sábado pasado estaba convocada una Sketchcrawl, evento que suele celebrarse trimestralmente y al que acuden urban sketchers de la zona. A diferencia de la última vez, en esta ocasión me había preparado a conciencia e incluso me fui a la cama antes el viernes para estar fresco ;). Parece una tontería, pero estarte cerca de 7 horas dibujando puede llegar a ser muy cansado. De manera que me dirigía al Pont de Vallcarca sobre las 10 y algo. Este era el primer punto de encuentro y dibujo de los compañeros y enseguida vi un montón de gente dibujando nada más salir del metro. Se trataba de una placita pequeña, con algunos edificios flanqueados por solares que daban una idea de lo que nos íbamos a ir encontrando. Empecé así la ruta:


Muy bien cogida la perspectiva y aunque la acuarela está demasiado inconexa y clarita, el trabajo general está conseguido. El detalle de los coches en blanco me convence :P. Mientras estaba haciendo este primer sketch pude conocer a algunos de los compis con los que compartiría el resto del día: Francesc Ricart, un dibujante al que venía siguiendo de hace tiempo por el Instagram y Lluisot, uno de los animadores de la fiesta, con un humor a prueba de bombas y que iba recogiendo emails para mantenernos al corriente de todas las jaranas de los urban sketchers. Unos metros más allá, llegamos al segundo punto marcado en la ruta:


¡Era demasiado goloso! La perspectiva hacia arriba me fascina por el acabado de los dibujos, así que no pude evitar tomar esta parte del sitio en el que estábamos y fusionar los edificios con el anterior dibujo. Probablemente el mejor del día por su sencillez, composición y fuerza. Luego me pase al otro lado de la calle y empecé a escuchar a uno de los dibujantes, que debía ser vecino del barrio y nos explicaba un poco por encima la historia reciente del mismo. Me encargué de dejarlo bien consignado en el cuaderno con la pluma Lamy, que para estos casos va perfecta. Resulta que por la obra de la Ronda de Dalt y una gran avenida que tenía que cruzar el distrito de Gràcia, se dio toda esta zona a una sola promotora inmobiliaria, que con la crisis no pudo hacer frente al proyecto de urbanización de Vallcarca. Constuyeron un único edificio al que los vecinos llaman "el Cementerio". La verdad es que aspecto de almacén con nichos, tiene. En fin, que la susodicha promotora y el Ayuntamiento de Barcelona dejaron poco menos que tirados a todos estos vecinos, y ellos han decidido reaprovechar los espacios públicos para uso y disfrute de la gente. La historia me gustó tanto, que aunque no lo tenía pensado, hice rapidísimamente un esbozo del huerto autogestionado que tienen en una parte de la placita. Es verdad lo que comentan del Urban Sketching, una vez que has dibujado un sitio, y si además lo acompañan con una buena explicación, no se te olvida nunca. Y ya con éstas nos acercamos a la tercera parada, la Plaça de la Farigola. Otro espacio semiabandonado que los vecinos han vallado y convertido en un sitio de ocio y reunión, aparte de contar con un apartado gigante para perros, todo ello rodeado de unos murales alucinantes (de uno de los cuales, dedicado a un perro me dediqué a dejar constancia ):


Aquí hicimos la parada para comer y la primera foto finish de todo el grupo con las libretas. Lamentablemente no sé dónde está esta foto, pero si la encuentro, me encargaré de colgarla sin dilación, claro. Al final de la comida, tuve oportunidad hablar con otro gran dibujante, Josep Ramón Roy Gabarra y pude escuchar un poco a Lluisot aconsejando a algunos dibujantes. Les advertía de que al dibujar hay que tener picardía. Con esto se refería a que a veces, aunque en la realidad las cosas aparezcan de una manera, al dibujar, conviene interpretarlas. A veces puede ser poniendo un color que no está ahí. Otras veces puede ser no dibujando absolutamente nada detrás del motivo principal del dibujo, o bien no solapando líneas de diferentes planos, para mejorar la inteligibilidad del dibujo. Por supuesto que me tomé nota de todo ello, y además me hice una foto de mi mismo dibujado por él ¡menudo honor!:


Al reanudar la Sketchcrawl, fuimos a unos jardines muy tranquilitos. los de María Baldó, feminista, educadora y concejala o ministra de cultura, una persona bastante avanzada y luchadora que tuvo que exiliarse del país debido a la dictadura franquista. Estaba ya un poco cansado y no se me aparecían los temas con claridad, pero en un momento me fijé en una construcción residencial que podía dar bastante juego y me lancé al asunto:


Uno de los retos que me propuse durante todo el recorrido fue el de experimentar la forma de hacer árboles y vegetación creíble con la acuarela y los medios de que disponía. En algunos casos lo conseguí mejor que en otros. Aprendí que si haces una mancha bien grande con el agua, puede ser una manera rápida y eficaz de dar la impresión de verde, así que me apliqué al asunto. Sin embargo, y aparte de la arquitectura que no está mal, lo que me flipa de este apunte es la palmera, que casi sin querer quedó muy guapa. Aquí pude intercambiar unas palabras con Santi Sallés, uno de los profesores que organizaban la ruta y muy conocido en círculos de Urban Sketching.
Hice un último dibujo en estos jardines que acabé por fusionar con un retrato de una compañera en la parada final de la Sketchcrawl en la Plaça Mons:


Me hizo gracia ver cómo la gente disponía sus bártulos según el nivel y calidad de la sombra ;). Precisamente este último sketch está brutal por la sencillez de la ejecución y especialmente el tronco del árbol de la derecha. El retrato más o menos en mi línea, utilizando los Faber Castell Pitt y los Stabilo Point 88 para ello.
En la última parada, la gente se desmelenó porque querían ir a tomar unas cañas y estaban cansados de currar. Así que no hubo foto finish finish pero sí un muy buen rato en mejor compañía, tras loq ue me fui contentísimo a casa a descansar un algo.

¡Hasta la próxima Sketchcrawl amigos!

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