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miércoles, 18 de febrero de 2015

Venturas y desventuras del gurú hindú

Fue un dia bestia ayer en el Espai d'art. Llegué media hora antes porque tenía una hora que recuperar y decidí hacerlo en dos veces. Total, que estuve a pincho con este cuadro unas 2 horas y media y fue agotador. Lo había dejado en un punto que a mi personalmente me encantaba, pero es de reconocer que le quedaba mucho curro por hacer. Empecé ocupándome del fondo, empastando un poco más, para darle densidad y presencia. Para ello, fui mezclando el azul oscuro que tengo con azul claro, magenta y verde oliva oscuro y lo distribuí por todas las superficies oscuras procurando dejar trazas de todos los colores para aportar riqueza al conjunto. También estuve con el manto del señor, marcando zonas de luz y arrugas en el mismo. Luego me lié con la cara y le di más luminosidad a la nariz. El turbante y los árboles del fondo también fueron atacados en esta fase:


Esteve me comentó que había un "descuadre" entre unas zonas y otras en lo que a saturación del color se refiere. Es decir, por ejemplo, hay zonas del manto y la cara del santón que están muy chulas, con un montón de color vivo, mientras que la camisa presentaba unos tonos bastante apagados, con menor saturación de color. Pues venga, al jaleo:


Desde luego ya no se podía argumentar que faltaba color en la figura principal ;). También fueron obejtivo de la furia del pincel la cara del protagonista (que cambió de expresión como se puede observar), la mano y la manga de la camisa. También trabajé el fondo que quedó quizás un poco demasiado uniforme para mi gusto. Así me lo hizo notar Esteve y me dijo que me inventase algo para darle movimiento, porque había muchas pinceladas muy iguales. Vaaaaaaaale, lo haréeeeeeee:


Y así acabó la sesión, bastante agotadora, he de confesar. También estuve aclarando ligeramente la parte derecha de la cara, porque el jefe me señaló que estaba demasiado oscuro para un cuadro y que había que darle más gracia. Igualmente parece que se me fue la mano con el oscuro de que hablaba al principio del post y estaba todo "ahogado en azul" (la sombra del cuello, los ojos, las sombras de los coches, los árboles,...), como poéticamente denominó el profesor al status del cuadro en ese momento, de manera que intenté corregir estas sombras aportando más magenta y verde oscuro para desvincular los azules. Por último me dediqué a hacer un poquillo el animal con los árboles del fondo, aplicando un estilo de pincelada más salvaje.
Por desgracia estaba en una zona de la clase en la que la luz de las bombillas se reflejaba en el cuadro y ello me obligaba a hacer auténticos malabarismos para sacar las fotos con el móvil (parecía que estuviese jugando al Twister), con lo que la calidad de las mismas es un poco deficiente, pero en fin, da para hacerse una idea. Y ahí quedoó la cosa. Próxima semana, ¡más y mejor!

¡Hasta entonces!

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