La salida con la gente del urban sketching del sábado pasado estuvo genial. Fuimos al
Palau de la Música, cerca de la
Plaza de Urquinaona, una joya de la arquitectura modernista realizada por el aruqitecto
Domenech i Montaner, además de patrimonio de la humanidad, certificado por la
Unesco. Un sito muy pintoresco, lleno de color y esculturas, arabescos y piezas de forja y ebanistería francamente alucinantes.
Allí que me fui y me dispuse a hacer un ejercicio a las órdenes de Antonio (aka
Shiembcn). Nos indicó que en primer lugar haríamos un sketch de un
grupo escultórico que hay en una esquina de la fachada exterior y haríamos todos el mismo para poder ver después el enfoque de cada uno. Íbamos con las acuarelas preparadas y el trabajo consistía en trabajar en tonos de un mismo color. O sea, poner un primer tono muy claro para delimitar la zona a trabajar, y posteriormente, según fuese secando, ir subiendo el tono para hacer las diferentes sombras. A ello nos pusimos. Yo intenté empezar a trabajar así, pero reconozco que finalmente no manché todo el dibujo y dejé algunas zonas en blanco. Esto supuso un problema a la hora de finalizar el dibujo, porque Antonio me comentó que tenía que manchar la zona que rodeaba al grupo escultórico con un color suave, pero se me fue un poco la mano. Resultado: había zonas del interior del motivo principal que quedaban descuadradas respecto al fondo. La solución por parte del profe fue drástica y efectiva: a grandes pinceladas llenar toda la zona central para conseguir que el resultado fuese más homogéneo. Finalmente quedó así la cosa:
Y esta es la panorámica de los trabajos realizados:
Ahora que lo veo se me hace un poco plano, aunque en el momento de realizarlo había quedaro bastante contento con el resultado. Igualmente es un buen trabajo y seguiremos en esta línea. Luego pasamos al interior del edificio. Fue una pena porque la idea era ir a la sala de conciertos pero había ensayo, así que nos quedamos en la
cafetería, que por otro lado, no desmerecía en nada al resto del edificio. Destacaba el colorido de las piezas cerámicas en verde por los techos abovedados y por uspuesto, la abigarrada decoración modernista por doquier. Me puse en una mesa alta (estaba cansado de estar sentado) y desplegué el arsenal con el que iba a trabajar. Elegí como motivo una zona de entrada al interior del edificio, flanqueada por imponentes columnas de ladrillo aderezadas con ornamentos ondulantes y florales. Se me ocurrió lo siguiente, ya que a veces, en la vorágine del apunte no consigo acotar lo que quiero dibujar, de manera que acaba por no caber nunca en el cuaderno: situé el cuaderno enfrente del motivo a dibujar y me tomé nota mental de a qué correspondían los límites del mismo en la parte superior del cuaderno. Sorprendentemente fue una idea muy buena que me ayudó a situar todos los elementos en el apunte de una manera bastante coherente. Y luego era ya sólo cuestión de hacer unas líneas muy sucintas con el rotulador de punta fina, un poco a lo salvaje, y despuéssituar los colores de acuarela, también un poco a lo bruto. Antonio me comentó que para que los elementos principales se viniesen más para delante, había que oscurecer la zona del fondo, y así lo hizo con un color oscuro azulado. Por un lado, me dio algo de pena, porque había hecho un trabajo algo detallado, pero por otra parte, pensé que es bueno desapegarse del "que-quede-bonito" y finalmente quedó como sigue:
Y ya con éstas, acabamos la sesión e hicimos la foto finish de todos los cuadernos (menos aquellos de los que ya habían huido ;)):
Y muy contento me fui a mi casita, después de haber pasado este rato tan entretenido. La verdad es que estoy deseando que acabe la semana para que volvamos a ir por ahí a hacer sketches de lo que sea. Bueno, y también un poco por no tener que curra XD.
¡Hasta el sábado!
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