¡Menuda paliza ayer en el Espai d’art! Nada especial, pero acusé el tamaño del lienzo en el que estoy trabajando, porque tardé las dos horas de la clase en “rellenarlo”. Como siempre, en el caso de la primera fase de un óleo, se trataba en lo esencial de cubrir cualquier resquicio blanco de tela con capas bastante diluidas de pintura. El día anterior ya había hecho a gross modo la figura principal y ayer tocaba lo peor: el fondo. Más que nada por el curro de situar correctamente los primeros claroscuros y por mi bestia negra, a saber, los árboles. Y la parte superior del fondo estaba cubierta de ellos ¡aaargh! Bueno, pues despacito y con buena letra fui haciendo unos trazos bastante expresivos, gracias a mi última adquisición: un pincel de la marca Escoda del número 24; una barbaridad con la que se podrían pintar paredes, vaya XD.
Finalmente, pude dar la primera capa por acabada a las 21:20, poco antes del final de la sesión y la verdad es que viendo el resultado provisional, me felicito por mis avances, porque se aprecia con bastante facilidad toda la imagen. Aquí posteo el avance hasta la semana que viene:
¡Hasta la semana que viene!
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