Día intenso en el Espai d'art. Me quedaba por finalizar el último cuadro con la niña hidú dormidita. Básicamente se trataba de pulir unos cuantos detalles: el pendiente, los adornos dorados del saree de la madre, la zona del collar de perlas... Y luego, viéndolo en el blog había detectado un par de anomalías a las que quería poner remedio. Una de ellas era la nariz que no se acababa de entender correctamente. Otra era la zona de la cuenca del ojo principal. Parecía estar "excavada" en la cara, con unos bordes muy cortantes y realmente la transición hacia la mejilla era más suave. Hice esto y perfilar con color más oscuro la línea bajo el ojo más escondido, con lo cual el cuadro ya se puede dar por acabado:
Antes de esto, había estado en Barna Art a por una nueva tela, de tamaño importante, creo que me dijeron 63x70 o una cosa así. Para no variar de tema, escogí una nueva fotografía de nuestro viaje a la India, concretamente de un santón que deambulaba por las calles de Pune, si mal no recuerdo:
Directamente a encajar. El brazo me dio algún problemilla pero el encaje está bien solucionado. Aunque es de gran importancia, en estos cuadros no me preocupa tanto que el encaje esté hecho al milímetro, ya que muchos detalles sólo se van a poder perfilar con las sucesivas capas de pintura:
Y como ya eran casi las 21h, no me dio tinmepo a mucho más, así que centré mis esfuerzos en aplicar una primera capa de óleo más diluidad en la figura principal:
Me quedo con el claroscuro de la mano, muy conseguido.Parece que le empiezo a pillar el puntillo a esto del óleo, hehehe. Creo que estaré bastantes sesiones con este cuadro, dadas las dimensiones del mismo y el tamaño de mis pinceles. De todos modos, creo que va siendo hora de hacerse con un pincel más grandote ;).
¡Hasta la próxima!
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