Mientras estaba en ello, pensé igualmente que nunca me da por hacer paisajes sino sólo figura humana o retratos, y pensé en aventurarme a hacer uno imaginario, a ver qué podía salir de todo ello. Y el resultado no fue malo:
Muy de cómic, me recuerda (salvando las enooormes distancias) a aquellos paisajes monumentales de Moebius. Me serví de aquel efecto atmosférico para dar la sensación de que las montañas se situaban en diferentes planos y quedo bastante curiosete.
Al día siguiente, viernes 09.01. me llevé la libreta de marras al curro para hacer uso de ella durante la pausa. Me fui a comer a un sitio cercano dentro de un supermercado llamado Esclat y aprovechando el mantel de papel que tenía hice un primer apunte de una señora que estaba atendiendo al móvil enfrente de mi:
Intenté también darle un mínimo tratamiento de sombras para que ganase volumen. Luego, ya en la libreta hice un apunte rápido de unos comensales que estaban siendo servidos:
¡Bastante dinámico! Completé la hoja haciendo un bosquejo de un acebuche que había en el parque del Walden 7, como siempre tratando de resolver mis problemas de representación con las hojas y el ramaje de los árboles. Ya para rematar y desde el mismo banco desde el que estuve haciendo el boceto del árbol, trasladé al papel una porción de lo que se me presentaba ante los ojos:
¡Hasta otra!
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