Es increíble lo poco que pueden dar de sí los fines de semana. Entre darle una vuelta a las cosas de casa y dar otra vuelta a la ciudad, ¡puf! ¡se esfumaron los dos días! Es así la vida, qué le vamos a hacer. Es éste el motivo por el cual no he podido colgar antes las fotos de la sesión de apuntes del viernes en la Academia Taure. Vino una modelo que ya es marca de la casa, con grandes volúmenes y que desafía las convenciones establecidas, en el mejor de los sentidos. Es algo que voy comentando, pero es importante romper con prejuicios de todo tipo, porque esta historia que nos venden a diario y con la que nos bombardean, de que todos tenemos que cumplir con unos canones de belleza y si no es así debemos consumir apropiadamente para alcanzarlos, es realmente una idea que de tanto repetirla se ha convertido en creencia. Cero crédito a este tipo de construcciones, y en el caso que nos ocupa, bienvenid@s l@s modelos de todo tipo y condición.
Bueno, que se me va el hilo con la soflama panfletaria; decía que vino esta modelo y yo tenía ganas esta vez de dibujar en un formato más pequeño. Tuve que hacerme con un nuevo bloc de bocetos tamaño A4 y me llevé lápiz, rotulador de punta fina y pincel recargable, que usé en diferentes combinaciones. Si bien empecé con un apunte más "cuidado", poco a poco fueron ganando en expresividad y plástica, dejando de lado la corrección formal para investigar sobre volúmenes y sombras. En la última parte de la sesión, se me iban confundiendo las líneas del rotulador de punta fina, así que decidí meterle manchas de tinta pura con el pincel recargable, lo que se reveló como un gran acierto. Curioso es que durante la mayor parte de la sesión estuve ligeramente desganado, pero a pesar de ello, sacando unos buenos apuntes. me recordó a algo que escuché en una entrevista a Antonio Luque, alma mater del grupo Sr. Chinarro. Decía el cantante que a veces estaba tocando una canción pensando en cualquier otra cosa y que a eso se le llama tener oficio. Aunque es absolutamente necesario un nivel de concentración, concuerdo con esta visión de las cosas; el artista es algo así como un artesano coronado por la sociedad...
Sin más pongo los citados apuntes, con sus respectivos comentarios (que como ya sabréis, aparecen posando el ratón sobre cada imagen):
Lo que sí que noto una barbaridad es la diferencia entre mis apuntes de ahora y los de hace un par de años. Normalmente los apuntes antiguos carecían de movimiento, eran bastante más rígidos, muchas veces sin gracia. Además, de 20 apuntes, se podían salvar 3. Ahora, realmente estoy contento con la mayoría de esbozos de una sesión. Un día haré una pequeña retrospectiva para compararlos y poder ver así la evolución, especialmente su hacemos una secuencia de la misma técnica. Así acabó la semana y así está finalizando el domingo. Mañana, día de escuela en esta nueva semana que comienza cargadita de novedades, ya que empiezo el jueves y el sábado sendos cursos de dibujo.
¡Hasta la próxima!
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