Ayer retomamos la actividad en el Espai d'art, una vez pasada la vorágine de las Navidades y los Reyes. Tocaba continuar con el tercer retrato hindú, sobre todo con el pelo de la niña, que había dejado aparcado por constituir un capítulo aparte debido a los juegos de luces y la dificultad de representarlco con cierto detallismo. Fue un día grande, ya que el pelo quedó clavado y la parte iluminada del mismo contrastaba con la zona más oscura, dotándolo de un volumen muy rico. Quizá tuvo que ver con la elección de la música mientras trabajábamos: una playlist de Mogwai, siempre recomendables para inducir estados de concentración profunda :)
Al estar ya en una fase más avanzada del cuadro, me propuse trabajar con menos intensidad (osease: sin hacer el animal) y mayor atención a la mezcla de colores, adoptando lamanera que Esteve me había indicado para pintar: mezclar los colores de modo que en cada pincelada se apreciasen "hilillos" de cada uno de ellos. Además también procuré utilizar colores no convencionales para enriquecer el resultado (hay trazas de verde, rojo y magenta por todo el pelo). Como decía, el resultado fue muy de mi agrado y lo presento a continuación:
Y eso que la foto, al ser del móvil, no le hace justicia al cuadro. Como punto en el que enfocarme la próxima clase (que creo será la última sesión que le dedicaré a este cuadro), los detalles y valorar correctamente los tonos del brazo de la niña, porque ahora me parece que está muy descompensado respecto a los colores de la cara. Después de éste, empezaremos con un formato de 50x70, poco a poco haciendo cosas más grandessss ;)
¡Hasta la semana que viene!
No hay comentarios:
Publicar un comentario