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miércoles, 30 de julio de 2014

Retrato de la semana 24

Ayer hice el encaje del dibujo semanal correspondiente a la semana 24. Tocaba retrato y ya tenía pensado el que quería hacer:


Ahora mismo no recuerdo si es un personaje famoso, pero en principio yo diría que no. Quería nuevamente emplearme a fondo con los tonos de gris y me pareció una fotografía estupenda para ello. El tono de la piel, el fondo, la ropa,... presentan una buena variedad de valores que intentaré plasmar con la mayor fidelidad posible. Además la presencia de las manos es un elemento distintivo de esta imagen y que sólo había aparecido en el retrato de la semana 20.Lo pasé a formato DIN A4 con lo que lo pude centrar ligeramente:


Con éstas, empezamos sin más el encaje. Es curioso que a veces hable tanto de la importancia del encaje pero no lo ejemplifique durante el proceso, así que en esta ocasión he tomado varias fotos para ir mostrando el progreso. Para comenzar, unas primeras líneas de "orientación":
Normalmente marco también las líneas que delimitan la mitad vertical y horizontal del papel, para determinar puntos básicos de referencia. En este momento del dibujo, me sirve mucho fijarme en la inclinación de las líneas y en los espacios vacíos que se dan en la figura o entre la figura y el fondo:

Hecho esto, y siempre intentando utilizar líneas rectas para hacer el encaje lo más certeramente posible, continuamos situando más detalles de la cara.

El ojo nos da una serie de informaciones importantes, la distancia y posición respecto de la nariz, la distancia desde el borde del rostro,... También se aprecian una líneas trazadas para situar dierentes elementos y mantener la coherencia con el modelo:

De esta manera calculamos la distancia y posición de la punta de la nariz en relación al lóblo de la oreja derecha o de la comisura del labio respecto a la base de la oreja izquerda (a nuestra derecha). Por supuesto, estas "mediciones" son arbitrarias y se puede tomar como punto de referencia cualquier cosa que nos ayude a establecer las proporciones y coherencia del dibujo. También una pequeña línea que marca la distancia desde el rabillo del ojo hasta el borde de la cara resulta de gran utilidad para situar con corrección el ojo. Y así vamos continuando:

Aquí ya tenemos todos los detalles de la cara y aprovecho igualmente para trazar unas líneas maestras que me indiquen por donde van a ir las sombras principales, porque eso también me ayuda a darle cohesión al dibujo. En esta fase, lógicamente hay que prestar atención a la posición de los ojos y distancia entre los mismos. Una de las ayudas más eficaces en este sentido es trazar la línea de la base de los ojos y de las cejas, que como se ve a continuación está ligeramente inclinada.

También he utilizado líneas de sombras y arrugas de la cara para asegurarme de que todo está bien colocado. Y tal parece, pero desde hacía algun rato, comparando la foto con el original (cosa que hay que hacer tan a menudo como sea posible y no sólo en esta parte) había algo que me molestaba. Y el problema es que no era una minucia cualquiera, era algo estructural: el dibujo se me había "achatado". La cara era muy ancha. En la siguiente imagen he marcado la zona que tuve que trabajé para mejorar esto:

Cierto es que podría haber empezado el encaje de cero teniendo esto en cuenta, pero como dibujar es, básicamente, resolver problemas, preferí adoptar una solución quirúrgica y hacerle un lifting al buen señor. También trabajé el borde de la cara en la parte izquierda del dibujo aunque de modo más sutil. Lo que no obstante me sorprende es que comparándolo con la imagen de referencia, los espacios vacíos de la primera fase estaban bastante acertados y no veía bien cuál ha sido el problema, aunque a la hora de terminar con el encaje de las manos me vino la solución:


 Parece ser que no calculé bien las líneas de mitad del papel y ello ha hecho que el dibujo se me vaya unos 5 mm para arriba. Lo noté porque tuve que alargar esa cantidad la parte de las manos que toca con el borde del papel. Es de fundamental importancia cuidar los aspectos del encaje, como se puede apreciar, un detalle tan tonto a primera vista, puede dar al traste con un buen trabajo general de encaje (vease dibujo de la semana 16). Sin embargo, ahora la cara está más estilizada y próxima al modelo, las manos están bien situadas y en general podemos dar paso al sombreado. Me fijé que la distancia entre ojos no es 100% correcta, pero vale para el propósito del dibujo y no es nada escandaloso. Para terminar dejo apuntadas unas líneas de situación respecto a la nariz, que también tuve que retocar dado que no me convencía el resultado y algunas sombras principales que me ayudaron con el encaje y que además servirán de guía para hacer el sombreado general:

 Así que este fue el trabajo de ayer. Fue más o menos meticuloso y estuve cerca de hora y media sólo con esto, a ver si durante la semana puedo acabarlo.

¡Hasta pronto!







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