¡La virgen! ¡Lo perezoso que estoy para actualizar el blog! Debe ser lo del síndrome post-vacacional, pero entre unas cosas y otras, voy súuuper lento para todo. Cómo no será la cosa, que el sábado pasado anduve de urban sketching por el cementerio de Montjuïc y hasta hoy no había sacado las fotos de los dibujos para colgarlos. El mencionado cementerio es un lujazo para dibujar: al hecho de no haber casi gente, se añade que hay tumbas espectaculares, con unas esculturas no menos llamativas. Parece que incluso hay una zona modernista, que me gustaría visitar en el futuro, pues debe ser toda una experiencia.
La cosa es que Antonio me mandó un mensaje para ver si me quería acercar a dibujar carrozas fúnebres en una pequeña nave-museo que tienen antes de la entrada al recinto, y yo me animé y fui. Era un sitio que de entrada, daba algo de mal rollete, pero una vez se pone Uno a dibujar, se le pasan todas las tontunas. Allí había desde carrozas de madera con ornamentaciones de fantasía hasta coches más austeros preparados para ser tirados por caballos y automóviles adaptados a esta inevitable función. Me froté las manos al ver tanto detalle y me puse al lío:
Escogí de primer plato una carroza antigua con una tela aterciopelada que cubría los restos mortales del afectado. Para marcarme más o menos los volúmenes principales, utilicé el Faber-Castell Pitt color sanguina y luego fui subiendo de grosor de línea con los rotuladores calibrados. Al final, aplicar acuarela y prestar atención a las sombras arrojadas por el vehículo, que eran muy golosas. Viéndolo ahora a posteriori me pasé con la mancha que hay entre las ruedas, porque hace que no se entienda muy bien que se trata de un hueco, ya que se viene muy hacia delante. Pero en general me gusta cómo ha quedado. ¡Siguiente!:
Esto fue un experimento que me salió bastante bien. Mi idea: hacer el dibujo a saco sólo con el pincel recargable relleno con tinta china. Empecé tanteanto con la carroza del fondo y con mucha delicadeza y paciencia, fui sacando las formas, modulando el grosor de línea. Luego la rueda de la carroza a la izquierda y para terminar la de la derecha. Aquí me tiré un poco el rollo al hacer la rueda delantera y me salió bien, porque conseguí dar una tridimensionalidad muy guapa a los radios de la misma. Después quise darle un tratamiento muy sucinto con la acuarela, manchas claritas que diesen a entender un poco el suelo y el fondo sin entrar en detalle, para no cargarlo de información. Continuemos...:
Ya se iba acercando la hora peligrosamente, pero reservé algo de tiempo para dedicarme a hacer pequeñas reseñas de los detalles incluidos en una carroza que atendía al nombre de "Carroza blanca" (no se han roto los cuernos con el nombre XD). Los acabados del lateral, la ornamentación entre los radios o un par de detalles de los faroles que portaban al muerto hasta su última morada me llamaron la atención y quise darles cabida también en el cuaderno, utilizando diferentes herramientas: rotuladores calibrados, Posca y Tombow, que posteriormente "acuarelé" un poco para dar la idea del volumen. De ahí pasé a otra carroza, denominada "renacentista", que era una auténtica pasada:
Tenía unas tallas en madera de ángeles, búhos, rostros e incluso unas cariátides hechas a base de unas figuras parecidas a niños o enanos. Muy guapo para dibujar. Yo me conformé con hacer las figuras de los ángeles con Tombow y Stabilo Point 88 para posteriormente acuarelarlos levemente. Y ya para terminar:
Con esto yo ya di la mañana por concluida, que eran cerca de las 14 h y me fui a coger el autobús para volver a Barcelona. Una mañana muy bien aprovechada y genial para ir calentando la mano ante el nuevo curso de Urban Sketching que se avecina.
¡Hasta la próxima!
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