La idea de la sesión era hacer un monstruo: acercarnos bastante al edificio y deformarlo para crear esta aberración dibujística y poder jugar con la perspectiva y el grosor de las líneas (líneas en primer plano mñas gruesas, etc.). Yo hice esto:
El profe nos dio la posibilidad de ponernos un poco más alejados cruzando una carreterita que hay enfrente o bien justo al lado, con lo que la perspectiva se deforma mucho más. A mi me gustó la idea de deformar el edificio al máximo, así que elegí un punto cercano a la portada curvilínea y allí me asenté. Fue un trabajo bastante durillo. Empecé con línea (rotulador 0.4 mm) a situar todas las masas arquitectónicas, lo que me llevó una inmensa cantidad de tiempo. Cuando quedaban unos cuarenta minutos para la una, me puse a engrosar las líneas de primer plano, primero con un rotulador de 0.8 mm y luego hasta con el pincel recargable de tinta china. Ya casi a la desesperada me puse a darle color, que es con diferencia lo más flojo del dibujo, pero tampoco había mucho más que rascar. Y por último oscurecí la parte que quedaba detrás de esta entrada curva de una manera que no me gustó demasiado. Pero también tiene que ver con la perspectiva de lo que sugerí en esa zona, con rotulador muy fino (0.1 mm). O sea, que el dibujo quedó simpático y tenía un buen grado de deformación, pero sin más ;). En el último minuto, ya después de la foto finish y preparándome para irme en la bici, Antonio vino a ver cómo había quedado y me dejo unos rotuladores color sepia clarito para esa zona precisamente. Le di tres toques suaves y mejoró el asunto, así que me fui a casa con el cuaderno casi acabado y a la espera de la última sesión del trimestre. Para acabar, os dejo con las fotos de Antonio indicando con el pie (sin pisar, ¿eh?) acerca de los diferentes cuadernos:
¡Hasta la próxima Urban Setchers!
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