Pim, pam, pum, dibujo de la semana 6 terminado en un par de días

¡Amig@s! Ya estamos de vuelta, sin mayor dilación para dar por terminado este retrato correspondiente a la semana 6. Como ponía en el anterior post y aunque hice algo de pereza, al final me puse al lío el jueves y di mate a este dibujo semanal, Fue una sesión intensa de un par de horas y media muy enfocada en hacer tramas para dar mayor vivacidad al color y la textura de la cara de esta desconocida muchacha.
Y así empezó la cosa, con mucho trabajo con diferentes colores, desde el blanco o gris perla, hasta azul celeste, magenta, naranja marrón en incluso verdes (¿quién ha dicho que el verde no aparece como color en la piel? Todo depende de la luz que refleje...). Los ojos me estuvieron dando guerra durante todo el tiempo que estuve ultimando los detalles de este retrato. Y no tanto por el iris y las pupilas en sí, que sinceramente creo que son menos problemáticos de lo que podría parecer, sino más bien por la zona de los párpados y ese pliegue que se forma justo encima de los ojos y que normalmente contrasta con el resto de la zona a efectos de iluminación. Lo mismo pasa con el interior del párpado en la parte inferior del ojo. Total que se trataba de calibrar muy bien en estas zonas el claroscuro para que no aparezca una iluminación rara o irreal. de momento fue así la cosa:

Y luego continué en la misma dinámica, corrigiendo algna cosilla de última hora (la aleta derecha de la nariz me había quedado estrecha) y volviendo sobre los ojos para trabajarlos más y mejor. Dato curioso, por primera vez en todo el año utilicé el pastel de color negro, que está vetado, porque quería dar más profundidad a las pestañas. La verdad es que casi me arrepentí, porque marcaba demasiado. Era hacer una pasada súper leve por la zona, y de pronto resaltaba demasiado, así que luego lo repasé todo con el pastel azul ultramar y otros colores oscuros, para restarle importancia al negro. Ya metidos en faena, sólo quedaba ir a por la zona del pelo:

Fue más sencillo de lo que parecía. Una buena combinación de amarillo y naranja para los claros y marrón y verde oscuro para las zonas más oscuras me facilitó la vida inmensamente. Como colofón, me dediqué a anotar los pelos que el viento traía a la cara de la muchacha desconocida y poquito más, que una vez hecho esto, no me quedaba margen de maniobra para mucho más. En general y para futuros retratos, tengo que prestar más atención a las proporciones de la cara, especialmente la nariz me suele quedar algo estrecha y queda sin protagonismo, cuando es uno de los elementos con mayor personalidad de la cara. Con esto damos carpetazo a la muchacha anónima y nos preparamos para el siguiente reto: desnudo masculino en pastel.

¡Hasta la proxima!