Vaya tarde oleaginosa en el Espai d'art. Dícese de las tardes que pasa uno en buena compañía poniendo capas y capas de óleo hasta que empiezan a formar relieves sobre la superficie del lienzo XD.
En fin, que tenía que seguir con mi paisaje montañoso con el cielo y el mar de marco. E iba dispuesto a dar caña al asunto. Me estaba ya imaginando mi paleta de colores, que cada vez está más nutrida, con las nuevas incorporaciones de azules: cobalto, Prusia e índigo. ¡Qué más se puede pedir! También había comprado blanco, porque en la última sesión había tenido que estar apurándolo de mala manera y hubo partes de la imagen que no quedaron todo lo blancas que debieran. Me encargué de subsanra esto lo antes posible, aunque combinándolo con amarillo de cadmio, que si no se me hacía muy sosete:
Lógicamente no fue sólo eso, sino que también estuve trabajando toda la montaña de primer plano en sus múltiples vertientes y por otro lado el cielo, que me había quedado muy sin gracia en la sesión anterior. Para corregir todo ello, tiré de blanco puro para la línea del horizonte y fui degradando el cielo, utilizando el azul cobalto en buena medida para dar ese color tan vivo a la parte superior del cuadro. However, algo de azul de Prusia cayó por ahí para oscurecer la parte más cercana al borde superior ;). Estoy bastante satisfecho del combo de colores explosivos conseguido en la ladera de la montaña que queda justo enfrente del observador. Hay naranjas con azules que no chirrían y lo que podía haber quedado bastante sucio, ha resultado bien equilibrado y con fuerza. Veamos lo que ocurre en la siguiente sesión.
Ya metidos en la segunda hora, hice un trabajo exhaustivo del plano más alejado donde se adivinan unas formaciones montañosas. Quería dejarlo ya apañado para no tener que volver sobre ello en la próxima clase, porque la idea, según Esteve el Grande era hacer estos cuadros en unas tres sesiones, para evitar el clásico 'acartonamiento' que padezco cuando insisto mucho sobre un mismo lienzo. Es una lástima el reflejado en las fotos, porque no permite apreciar correctamente el trabajo de azules y algo de magenta en la parte derecha del cuadro, pero ya haré una foto de mayor calidad una vez lo tenga en casa. Estuve trabajando todavía más el cielo, porque no quiero que sea simple, sino que se observen multitud de pinceladas y que tenga una plástica interesante. Luego me fijé que había una pequeña incoherencia entre la parte del mar que queda a la izquierda y la parte superior de la montaña contigua a la misma. Me fijé en que ambas partes compartían casi el mismo color, mientras que en la foto original, la zona de la mont´ña es visiblemente más oscura que el mar. Unas cuantas pinceladas con brío y ya lo teníamos. Por último estuve cargando de materia la zona derecha del mar, en la que incluí unos tonos de magenta que se detectaban en la fotografía:
Con esto colgué los pinceles y a casa. Lo que me comentó el jefe es que tenía un trabajo brutal de materia en las cumbres de la montaña y que al ser eso un plano medio, estaba casi obligado a meter mayor cantidad de pasta en el primerísimo plano. Pero eso es una historia para otro día...
¡Hasta la semana que viene Espai d'art!
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