- Veo colores sucios por aquí...
- Ya, es que se me ha ido un poco la pinza...
- Veo por dónde quieres ir, pero si mezclas un naranja con un azul, que son contrarios, y además le metes otro color, ya te digo yo que se te vuelve gris. Y se te está yendo mucho al gris
- Sí que me he dado cuenta y además no me gusta a nivel de iluminación
- Piensa que los colores de la foto no son muy buenos y en este caso tienes que "inventarte" un poco esto. Ten en cuenta que el gris hace que parezca sucio y que este suelo tiene más a un ocre amarillo.
- Ok, pues lo viramos al ocre...
Esta es una interpretación libre de la conversación con Esteve, gracias a la cual le di otro enfoque al adoquinado del suelo, pasando a utilizar colores más puros. También me di cuenta de que a veces no limpio el pincel al pasar de una mezcla a la otra, y de esta manera, lo único que consigo es que todo coja un tono marronuzco un poco guarrete. Finalmente y tras las dos horas de rigor, la cosa quedó como sigue:
Me gusta, me gusta, ahora que lo veo en pequeñito. Sí que le comenté al jefe que me fallaba un poco la iluminación y él me recomendó utilizar una veladura cuando esté seco, para generar una sombra más uniforme. También me habló del barniz de retoque: un barniz muy diluido que ayuda a ver cómo quedará el color una vez aplicado el barniz final y que luego se mezcla sin problemas con el óleo al seguir pintando. Mmmmmh, nuevas herramientas, siempre viene bien aprender cositassss.
Por último, me pareció gracioso hacer un par de fotos más en detalle del pavimento para que se aprecie hasta qué punto lo único que hay aquí son manchas:
Le queda algo de tralla, pero espero poder darle mate en un par de sesiones más, que me voy saturando ligeramente, hehehe
¡Hasta la semana que viene Espai d'art!
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