Semana sin entradas...

Sí, ha sido una semana sin entradas, pero por un buen motivo. Hace algún tiempo mi mujer me trajo a casa las bases del 14é Concurs de Pintura del Passeig de Sant Joan y me animó a presentarme. Lo estuve pensando un tiempo y al final me decidí a intentarlo por lo menos. Entre unas cosas y otras se me echó el tiempo encima así que disponía del fin de semana pasado y de esta semana para hacer 2 cuadros, que era lo mínimo para concursar.
Éste es el motivo de que no haya tenido tiempo ni para respirar, pero ha sido muy entretenido y he ido sacando fotos de las diferentes fases de la pintura, así que para compensar, las posteo a continuación.
He utilizado como modelo una foto que saqué hace ya muchos años a mi abuelo y mi hermano en Los Llanos, una finca de olivos con aires míticos para mí y donde hemos echado muchas horas (unos más que otros :)) cogiendo aceitunas. El momento representa el almuerzo que solíamos hacer al pie del fuego. No sabría decir exactamente por qué, pero es una imagen que me resulta muy atractiva. Quizá por la posición de los personajes, por la división entre la luz y la sombra (y el hecho de que en la parte de luz no se aprecie nada y en la parte de sombra se vean mejor los detalles), por el color típicamente castellano... No sé, pero el caso es que llevaba mucho tiempo queriendo hacer un cuadro de esta fotografía. Y así empezó la cosa:

 Tras un encaje muy general, sólo para situar las figuras principales, los primeros tanteos, rellenando masas de color y formas.

 Seguimos en este proceso, incluyendo ahora el suelo con las piedras que rodean el fuego y el cielo.

 Vamos situanto los olivos del fondo y trabajamos un poco el tono de la piel de las figuras. Aquí me detengo un instante para recordar que no existe algo parecido al "color carne" (como en aquellas cajas de Plastidecor que utilizábamos cuando éramos niños y había un tono salmón pastel al que llamábamos color carne, hehehe, ¡qué tiempos!). La piel, como cualquier cosa que nos rodea, refleja la luz que le llega, por tanto unas veces tendrá tonalidades más rosadas, otras más azuladas, verdosas, violáceas, etc. etc. Pienso por ejemplo en algunos de los pasteles que puse en el blog iluminados con luces de colores que, lógicamente, son reflejadas por la piel . Así que en el cuadro que nos ocupa he mezclado irresponsablemente amarillo, rojo, siena tostado, azul oscuro y blanco para lograr estos tonos, lo que por otra parte resulta bastante más divertido :). Continuamos para bingo:

 Aquí el trabajo se ha centrado en el suelo que está en primer plano. Este terreno tiene surcos más o menos paralelos aderezados con un montón de piedras de diversos tamaños. Llegados a este punto y por ir de lo general a lo particular, he apuntado con la paleta las líneas y sombras de los surcos, que en la fase siguiente completaré con un esbozo de las piedras.

 Lo dicho, unos golpes de paleta para situar lo que podrías ser piedras. Durante todo el cuadro e intentado "mover la paleta" como solía repetirnos Loreto. Esto quiere decir que aunque veamos las piedras marrones, por decir una cosa, en un cuadro para la vista resulta mejor incluir matices de diversos colores incluso aunque no sean "reales". Así, se puede apreciar que hay piedras violetas, rojas, sombras verdes, en definitiva, cosas que no existen de esa manera en el mundo real. Pero a la larga, e igualq ue pasa con el color de la piel, resulta más efectivo y plástico amén de que el cuadro gana en riqueza.

 En este caso hemos seguido trabajando el suelo y a la vez he cometido un error en la nuca de la figura en primer plano. Precisamente tratando de "mover la paleta" se me ha ido la mano y la he oscurecido hasta un color enfermizo (que parece la piel de un orco, vaya). En fin, como es normal, esto se ha corregido en la siguiente fase y además se ha modificado la boina del personaje en segundo plano, porque no estaba ajustado a la imagen de referencia. También he trabajado el arbolito que estaba en la línea de la sombra:

Y nada, seguir con detalles e incluir el humo de las brasas:

En efecto, el humo parece muy artificial, como un "pegote" por decirlo así pero en la fotografía sobre la que estaba trabajando era más o menos así con lo cual he querido respetarlo. Por último y antes de finalizarlo:

 ¡Los bordes! A mí en su día me enseñaron que formaban parte del cuadro y que hay que pintarlos también y a ser posible en el mismo momento, para mantener los colores. Por lo que voy viendo, esto va en gustos y hay mucha gente que no los pinta. A mí me da la sensación de incompleto si no están pintados, así que suelo cubrirlos. Y el aspecto final del cuadro, ya barnizado y todo:

Hay alguna corrección de última hora: las piedras que están alrededor del fuego han sido retocadas y con unas líneas de azul oscuro se han delimitado mejor. El bastón y el palo que sostienen los personajes también se han incluído y alguna otra cosilla que ahora mismo se me escapa.
Aunque el resultado es bastante aceptable, a toro pasado Uno no puede evitar detectar ciertos detalles. Las piedras que rodean a las brasas no resaltan mucho respecto a lo que las rodea, mientras que antes de añadir el humo, se entendían bastante mejor. Los olivos del fondo, bueno, se puede entender que son árboles por el color, pero las formas, aunque esbozadas, las debería haber trabajado más. Igualmente la fotografía original tenía un aspecto de "quemada" en amarillo que no he sabido plasmar en el cuadro, si bien que tampoco era mi intención calcar la fotografía (¿qué sentido podría tener eso?). En fin, detalles que es preciso valorar de cara a futuros trabajos para intentar mejorar.
¡Pero no acaba ahí la cosa! Vamos ahora con el siguiente cuadro...