¿Qué tiene que ver esta foto con hacer el salvaje? Pues me pareció que como algunos contornos no son del todo definidos, podría aprovechar este detalle para intentar pintar de un modo menos "perfectito" y más expresivo. De todos modos ya le comenté a Esteve que estaba interesado en seguir esta línea más expresiva y con el tiempo intentar resolver los cuadros con trazos más sintéticos y bestias, ya que no me interesa el "que quede bonito", sino ir aprehendiendo (¡con 'h'!) el lenguaje plástico e irlo forzando en el futuro.
De momento vamos a seguir los pasos que tenemos que seguir ;). Empezamos con un buen encaje a carboncillo:
¡Pobrecita! Hasta pena me daba la niña tan dormidita, pero en fin, la pintura no es la realidad, así que me dispuse a cubrir la superficie del cuadro con capas diluidas de pintura:
La foto no hace justicia al cuadro, pero vaya, poco más se le puede pedir a la cámara de un móvil de hace casi 3 años (¡¡y espero que dure otros tantos!!). Mientras que el tratamiento del pelo es muy sucinto, porque nos tendremos que meter en detalles en una fase posterior, la cara ha quedado sorprendentemente bien, con una expresión bastante clavada al original. La cara de la madre que se atisba en segudo plano ha quedado también muy chula y me gusta el equilibrio de colores que está bastante logrado para la primera capa.
Y así lo dejé, listo para las dos últimas clases del Espai d'art que tendrán lugar en un par de semanas, ya que la semana que viene tenemos el festivo el lunes.
¡Ahí nos vemos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario