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martes, 30 de junio de 2015

¡¡Ayayayay!! ¡Por un pelo!

¡Ains! Qúe poco ha faltado para poner fin a este cuadro ayer en el Espai d'art. Era mi idea, pero como de costumbre, Uno se lía y empieza con detalles, de manera que al final no he podido terminarlo y lo he dejado para una última sesión, que además será la última del curso.
Bueno, al lío: ¿en qué me he estado entreteniendo con este lienzo? Empecé con mi caballo de batalla principal, a saber, la figura protagonista de primer plano, porque la cara no me convencía, especialmente el detalle de los ojos. La verdad es que no ha quedado perfecto, pero por lo menos los ojos están ahora alineados y la boca no queda tan raruna. Aparte la nariz tiene ahora más sentido y funciona mejor en el conjunto de la cara. Igualmente y con pinceladas bastante generales trabaje la ropa de la mujer y algo del brazo y el cuello. Cuando me quise dar cuenta me había pasado cerca de una hora sólo con estos detalles y me quedaba sólo una hora para todo lo demás.
Así que raudo me puse a trabajar la ropa del señor enfadado (sí, el alto) y las dos figuras del extremo izquierdo del cuadro, que eran las que estaban más descuidadas y con menor cantidad de trabajo, especialmente la pobre mujer, a la que nunca me daba tiempo a llegar. Lo que no quise tocar bajo ningún concepto fue la cara del señor del fondo, que me gustaba cómo estaba resuelta. Me resultó muy atractivo el aspecto de la señora del extremo izquierdo, una resolución en pocas y efectivas pinceladas que además captaron con bastante fidelidad la expresión en la fotografía original. El tratamiento de la ropa también me parece bastante chulo y fue cuestión de unas cuantas manchas bien colocadas. Una vez que estaba por esta zona, detecté alguna cosilla que podía ser mejorada en el templo, simplemente algunas sombras que no eran lo bastante oscuras y perfilar algunas aristas para que se entendiese mejor.
Hecho hesto, ya era tarde, cerca de las 21:20 y sólo pude añadir un pelín de blanco al cantaro sobre la cabeza de la figura en primer plano, para que se "separase" del fondo. Debajo se puede apreciar cómo quedó el cuadro al final de la sesión:


Sin embargo, no me gustan las fotos que hace mi móvil de los cuadros, porque a veces se ven las cosas muuuy diferentes a lo que son. Al final de la clase me entretuve en hacer unas cuantas instantáneas más de primeros planos de las caras, en las que se aprecia algo mejor (aunque siempre es preferible el original) todo el detalle del trabajo. Por ejemplo, la prota:


Aquí se aprecia mejor la expresión y el claroscuro, si bien probablemente tenga que hacer algunos leves ajustes en los ojos y la valoración tonal. también le saqué una foto al señor enfadado y al abuelo:


De verdad que está cabreadísimo, el muchacho, a pesar de que en la foto original no tenía para nada esta expresión. Y por último la señora de extrema izquierda (estoooo, del extremo izquierdo):

 
Me atrae mucho la mezcla de marones oscuros con magenta del rostro y la expresividad del mismo. Con esto ya me fui a casa, con una cuenta pendiente para el próximo día: ¡la pared de la derecha!
 
¡Hasta la semana que viene Espai d'art!
 

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