Y ya como colofón, quería postear las fotos de las plantillas utilizadas para este trabajo, auténticas artífices y testigos mudos del resultado. Las he cortado, marcado, calcado, machacado, pintado, retorcido y otras perrerías varias y se han portado muy bien a pesar de ello, así que aquí las tenéis:
Hacer plantillas es un ejercicio fenomenal para dibujar. Por el sencillo motivo de que uno debe olvidarse en general de si aquello que está haciendo es un ojo o una oreja, porque sólo se ven zonas irregulares que deben ser recortadas. Y es ésta una de las bases de la pintura que le he escuchado en su momento tanto a Loreto como a Esteve y otros profesores que he tenido: a veces lo que dibujamos o pensamos no es coherente precisamente porque estamos pensando en aquello que queremos hacer. Si uno está dibujando una oreja, en vez de ver un conjunto de manchas, luces y sombras, sólo ve la oreja y quiere hacer una oreja, y ahí nos perdemos. Dibujar también es principalmente una manera de ver.
¡Hasta pronto!
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