Un día más nos disponemos a poner al alcance de todos este procedimiento, sencillo a la par que laborioso, pero de excelentes resultados. Nos habíamos quedado en la primera capa del mismo, Así que ahora que ya sabemos cómo proceder, es cuestión de observar las mismas indicaciones para las sucesivas capas.
Por lo tanto, vuelta a empezar, calcamos la segunda capa sobre la superficie del papel. Recordaremos por supuesto, utilizar los registros que habíamos situado al principio sobre la cinta de carrocero para mantener las imágenes alineadas:
podemos observar que hay nuevas superficies más amplias encima de los blancos que quedaron al descubierto en la primera capa y asimismo, aparecen nuevas zonas que cubriremos con la goma de reserva en las que el tono más claro aparecerá por debajo del más oscuro. Como esto es a lo mejor es un poco enrevesado, mejor verlo en imágenes. Lo primero y tras cubrir todo con un tono más oscuro de spray (ahora se trata del Gris Rita de Montana 94), aceleramos el secado con un secador de pelo:
y acto seguido, levantamos las zonas que tenían la goma de reserva:
Aquí empecé a vislumbrar varios problemas que me acompañarían en fases siguientes. En primer lugar, lo que había calcado con el lápiz, quedaba adherido a la superficie del papel de tal manera que no era posible borrarlo con goma de borrar. Algún tipo de reacción química debido a la goma de reserva, supongo. Acción a tomar: intentar aplicar la susodicha goma por dentro de la mancha hecha con lápiz, sin tocar la línea de éste. Segundo problema, bastante más grave a mi parecer: había probado esta idea de aplicar la goma de reserva en un trabajo hace algún tiempo en una pared. Pero esto no es una pared, y al retirar el líquido de enmascarar, me he llevado partes del papel. Esto es fatal, porque es como abrir blancos donde en la foto original no los hay, y el efecto es pésimo. Acción a tomar: retirar con mayor cuidado la goma de reserva y retocar las partes que correspondan de blanco.
Tras este mal trago, continuamos a buen ritmo para hacer la tercera capa:
Ya con un poco de miedito por lo que me había pasado, distribuí la goma de enmascarar donde correspondía y le di por encima con el siguiente tono de gris: Gris Londres de Montana 94. Una vez hecho, secado y retirada la goma de reserva, me encentro con esto:
Y aquello empezaba a coger forma... Siguió el problema de levantar el papel al retirar el líquido de enmascarar, pero pensé que había que centrarse en tener cuidado con la parte de la cara, ya que la parte del fondo de todos modos no se
iba a entender muy bien, no se ve exactamente qué es lo que hay ahí. También se vino a añadir un nuevo inconveniente: al retirar la goma, se hacían unas pelotillas que poco a poco, con el movimiento de la mano para sacarlas de la zona del retrato, se fueron acumulando debajo de la cinta de carrocero en la parte superiro, lo que significa que iba a entrar más pintura por esa parte y que no quedaría una línea recta y perfecta al levantarla. Aunque resultaba ligeramente molesto, tampoco me pareció un drama, así que seguimos con ello.
En la siguiente fase, por ciertos imperativos, cambié mi modus operandi, lo que tuvo un efecto diferente sobre el devenir de este trabajo.
¡Hasta el próximo episodio!
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