Ayer terminé este retrato a pastel en el Espai d'art. Fueron dos horas de detalles y matices, porque en lo esencial, el dibujo estaba ya encarrilado. Estoy intentando difuminar menos, porque voy viendo que la gracia del pastel está en la mezcla de pigmentos sobre el papel variando la fuerza y el trazo (lo que se llama dibujar, vamos :)) y al difuminar se pierde mucha información y no se definen con claridad zonas de luz y sombra. Esteve me comentó que era un muy buen trabajo y que le pusiese el fijador, después de lo cual, seguramente habría que retocar algunas zonas más claras. En fin, es la pega del pastel. Aquí presento oficialmente el dibujo terminado:
Ha quedado solucionado en 3 sesiones, lo que me marece un muy buen ritmo. La semana que viene empezaré otro retrato a pastel con muuuucho color.
¡Hasta entonces!
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